Muammar al Gadafi: Del poder total al anonimato

Es Muammar al Gadafi. Hombre otrora millonario, quien manejó con puño férreo Libia por 42 años. Con una fortuna incalculable, repartida en mansiones con todos los lujos inimaginables, carpas vestidas con las más finas sedas, alfombras y confort, en las que solía trasladarse junto a su familia, invitados y séquito.

Hijo Mutassim y ex ministro, yacen al lado

A Muammar  al Gadhafi jamás le tembló la mano para dispararle a alguien con su pistola de oro. Fue temido y odiado y finalmente los rebeldes cansados de tanta injusticia, asesinatos, violencia y tropelías, perdieron el miedo, se levantaron, persiguieron al dictador, quien se mantuvo escondido por dos meses.

Finalmente encontró la muerte cerca de Sirte, su ciudad natal, mientras huía en un convoy que fue bombardeado por la OTAN.
A su lado en las mismas condiciones fue sepultado su hijo Mutassim y el ex ministro de Defensa libio Abú Bakr Yunes. Sólo dos personas de confianza conocieron el lugar y juraron sobre el Corán no revelarlo jamás.

Estas “sepulturas clandestinas” efectuadas en el desierto, sin dejar rastro alguno, distan muchísimo del elegante y monumental mausoleo que alberga los restos del ex presidente Néstor Kirchner, quien gobernó la Argentina hasta 2010, y que desde ahora se podrá visitar.

Es la gran diferencia de lo que fue la presidencia de un hombre elegido por la voluntad del pueblo para gobernar y la de un dictador que se arrogó el poder a la fuerza y nada menos que por 42 años. ¿Cuántos dictadores más repartidos por el mundo no estarán meditando sobre el final que les espera?

Golpe de Estado de 1969

Hablar de Gadhafi  de  y su larguísimo paso por el poder es referirse, casi por completo, a la historia de Libia. Obtenida su independencia, en 1951, el monarca Idris al  Sanuris se convirtió en la principal figura de la Libia independiente. Sin embargo, en 1969 se pondría fin a la monarquía, pues Gadhafi realizó un golpe de estado- conocido como la Gran revolución Al Fatá (victoria) y, desde entonces, se dedicó a gobernar a su antojo.

Avances en Libia

Durante la década de los setenta hubo grandes avances en el país, tales como modernos aeropuertos, ampliación de puertos, más de 3.000 kilómetros de nuevas carreteras, un 95% de niños con escolarización, aumento de la producción nacional de alimentos básicos (con lo cual aseguraba el consumo del país), fertilización del desierto, creación de un río artificial y desarrollo de la empresa petroquímica.

Comités Populares

En 1973 fue preparando el terreno a la Jamahiriya (“república de las masas”) y así estableció los “Comités Populares”, que serían los únicos órganos gubernamentales existentes. Los partidos políticos, eliminados apenas Gaddafi llegó al poder, sólo se mantenían en la clandestinidad y, por supuesto, como oposición (Agrupación Nacional Libia, Frente Nacional para la Salvación de Libia, etc.).

Libro Verde

Este proceso de transformación se coronaría con el establecimiento oficial de la “Jamahiriya”, en 1977, cuya base no sería una constitución, ni algo parecido, sino que el famoso “Libro Verde”. Dicho texto habría sido escrito por Gadhafi en Sirte y sus primeros capítulos fueron conocidos en 1975.

Los principios del paradigma político de Muammar al Gadhafi combinaban diversos elementos. Tras la muerte de Gadhafi  hay que recordar que su modelo destacaba el panarabismo, socialismo, capitalismo, Islam y Filosofía (Jean Jacques Rousseau). Sin embargo, un pilar fundamental sería la gran admiración que sentía Muammar Al Gaddafi por Gamal Nasser.

Una de las grandes novedades sería, en términos religiosos, la única y exclusiva aceptación del Corán como mandato religioso, dejando a un lado la Sunna.

Segunda mitad de los setenta y años ochenta: conflictos y más conflictos

Ya establecido en el poder y habiendo instaurado su propia forma de gobierno, Gadhafi empezó a elaborar su política internacional, la cual, en un principio, se basó en una constante oposición hacia Occidente y, particularmente, respecto a Estados Unidos. Así fue que en 1972, asustado por el acercamiento de Egipto (bajo la era de Anwar El Sadat) hacia Estados Unidos, optó por proponer una unión egipcio-libia, la cual no resultó. Luego, en 1974, firmó con su par tunecino (Habib Bourguiba) la creación de la República Arabo-Islámica, compuesta por Libia y Túnez.

En paralelo, el líder libio ya comenzaba a mostrar sus movidas políticas, pues la Unión Soviética, rechazada en un primer momento, pasaría a ser un fiel aliado de Libia. En 1977 tendría una breve guerra con Egipto y, posteriormente, comenzaría los problemas con países africanos. Uganda (1979),  Malí, Níger, Senegal y Túnez (1980) y Chad (1979-1987). El corolario sería la ruptura de relaciones con Marruecos, luego que Libia  reconociera a la República Árabe Sahrawi Democrática (RASD).

Choque con países árabes, Berlín y Lockerbie

Pero eso no sería todo, pues junto a eso tuvo choques con países árabes (Arabia Saudita e Iraq) y con estados europeos (Francia y Reino Unido). Además, inició su política de apoyo a guerrillas como las FARC en Colombia, o  a movimientos secesionistas (en lugares tan diversos como Córcega, Filipinas o Mauritania) y grupos terroristas como Abu Nidal (Palestina).

Esto traería consigo un acercamiento al terrorismo de estado, lo cual quedó de manifiesto con sendos atentados como el que afectó a una discotheque en Berlín, Alemania (1986) y a un avión estadounidense en Lockerbie, Escocia (1988). En consecuencia, Libia fue quedando aislada y sólo logró mantener el apoyo de países con gobiernos radicales y, en muchos casos, con estados africanos y del Tercer Mundo.

La década de los 90, el nuevo Gadhafi

Entendiendo que el aislamiento internacional –especialmente por sus acciones terroristas- y el rótulo de paria le estaba jugando en contra (el país se había empobrecido), Muammar Al Gadhafi cambió su diplomacia.

Primero, intentó acercarse a sus vecinos magrebíes (Argelia y Túnez), algo que no funcionó, pero que le sirvió para lograr ser parte de la anhelada Unión del Magreb Árabe (UMA), oficializada en 1989.

Luego, comenzó a arreglar los diversos conflictos internacionales que había generado durante la anterior década. Esto le significó irse ganando, poco a poco, la confianza de algunos gobiernos. Sin embargo, recién en 2003 realizó un gesto de gran impacto, ya que no sólo prometió el pago de indemnizaciones a las familias de los muertos por el atentado de Lockerbie, sino que también declaró que pondría fin a su plan nuclear y a la construcción de armas de destrucción masiva.

Libia

Su nombre oficial es Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular y Socialista. Su capital es Trípoli. Hasta 2010 tenía una población de 6 millones 110 mil habitantes. El territorio ocupa un área de 1.775.500 km2. Está dividido en 25 municipios.

Sus principales ciudades son Trípoli, Benghazi, Misrata, Tubruq, Al-Byada, Nalut, Marzug, Gadamis y Sawkna.

La población está compuesta por bereberes y árabes, 97%. Griegos, italianos, egipcios y turcos y otros.

El país se ubica al norte de África. Limita al norte con el mar Mediterránea; al este con Egipto y Sudán; al sur con Chad y Níger y al oeste con Argelia. Su costa está sobre el mar Mediterráneo. Su clima es desértico, con temperaturas que alcanzan los 58ºC, aunque la media es de 24ªC. Sus recursos naturales son el petróleo y gas natural.