Crece la popularidad de Dilma Rousseff como posible candidata a la presidencia de Brasil

Rousseff, que durante su vida política jamás se ha presentado a unas elecciones, acorta así la gran distancia que la separa del candidato que siempre ha figurado con mayores índices de apoyo, el socialdemócrata José Serra, actual gobernador de São Paulo, que recibe un 40,4% de las preferencias. Mientras en marzo la diferencia que separaba a ambos precandidatos era de 29,4 puntos, hoy es de 16,9. Sin embargo, a pesar de haber perdido ventaja sobre su principal rival, Serra continúa siendo el favorito del electorado. Un 52% de los votantes dice conocerle, y un 42,9%, que ha oído hablar de él. Entre los que le conocen, un 63,2% se muestra dispuesto a votarle.

A Dilma Rousseff la conoce el 32,8% y un 39,2% ha oído hablar de ella; del primer grupo, el 54,6% dice que la votaría. En los sondeos sobre voto espontáneo, Rousseff y Serra empatan por primera vez.
Todo ello hace pensar que el pulso final en las elecciones de 2010 se disputará entre la favorita de Lula y el favorito, por ahora, de los electores. La incógnita es la salud de la ministra, que está luchando contra un cáncer linfático, aunque los médicos aseguran que para entonces estará curada.

Pero, paradójicamente, ni Rousseff ni Serra son aún candidatos oficiales de sus respectivos partidos. Por eso, ninguno de los dos quiere pronunciarse como candidato, aunque Rousseff lleva asistiendo desde hace más de un año a todas las inauguraciones de obras públicas junto a Lula, en las que es recibida como si ya fuera candidata. Serra, por el contrario, sigue encerrado en São Paulo, trabajando como gobernador, a la espera de que el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) decida oficialmente si él será su candidato oficial.

Por estas razones, ambos han sido cautos al comentar los datos de las encuestas. "Los sondeos son algo muy volátil, algo que hoy sube y mañana baja", comentó ayer Rousseff. "Yo no estoy en campaña. Mi partido ni siquiera ha decidido quién será candidato. Sólo soy, por ahora, gobernador de São Paulo", dijo a su vez Serra.
La ministra, refiriéndose al tumor que la obliga a hacer quimioterapia, comentó: "En cierto modo, la enfermedad me ha hecho reconciliarme conmigo misma. Me estoy sintiendo capaz de resistir, de enfrentarme a la vida, y en ese sentido me siento más ligera". Lula, recordando que Rousseff resistió a la tortura durante la dictadura militar, se ha mostrado seguro de que sabrá hacer frente de la misma forma a la enfermedad.
Y es que la popularidad del propio Lula también aumenta en los sondeos: el presidente cuenta con un 81,5% de apoyo, y su Gobierno, con un 70%.