A ver, pasa que por más vueltas que le doy, no concuerdo con que se juzguen actos violentos de acuerdo al tiempo de vida que tengamos al momento de perpetuar un crimen; que reciba, uno de aquellos, un año en una institución correccional con tacitas de café por las mañanas y sábanas limpias todos los días solo por ser “menor de edad”.
¿Qué significa ser eso ahora? Siento que antes había más ingenuidad entre chiquillos de 10, 13 o 15
Siento que antes era más cotidiano ver pureza.
-Claro que, como en toda situación, nos van mostrando solo que “necesitamos” saber para seguir siendo parte útil del sistema, pero, de igual forma, tengo la sensación que ha ido acrecentándose esos disturbios en la mente que no vacila en edades, etapas, color ni sangre para eternizar masacres.
No vacila, cada vez más sangre, más sensacionalismo, cada vez lo que vende más. -
¿Quién determina si se es menor o mayor de edad? ¿Cómo?
Cada país tiene sus leyes, en Perú se es menor de edad hasta que se cumplen los 18 años, al igual que Chile, España y muchos otros. En Canadá a los 19, en Taiwán a los 20, en Camerún y Singapur a los 21. Puedo seguir sumando países y números a la lista, pero redundaría. Lo que creo es que el cómo desarrolle una mente y lo mucho que puede llegar a "madurar" es indirectamente proporcional a la cantidad de años que uno tenga, a veces.
No se puede juzgar de igual manera a todos. No todos los “menores de edad” tienen una mente de niño que no puede razonar.
Si razona y puede pensar algo para bien, también lo puede hacer para mal y debería juzgarse como tal.
Conozco niños de 9, 10 u 11 años que han elaborado un papel extraordinario de papá y mamá de sus 4 o 5 cinco hermanos menores que sufrieron el abandono de sus padres desde temprana edad. Se despiertan a las 4 a.m., cuelgan su inocencia en el banco de al lado y se alistan para salir, sea cual sea el clima; a las 5 a.m. están fuera de casa vendiendo caramelos, limpiando lunas de los carros, lustrando zapatos, contando chistes, haciendo piruetas, barriendo escaleras, recogiendo mesas o siendo mejores amigos de suculentas bolsas de basura. En muchos casos, hacen más de una labor, sin almuerzo, desayuno o merienda, sin padres, sin lavarse la boca, sin cambiarse de ropa porque no hay, sin vivir una vida tranquila sin miedo a los buitres que escarban la ciudad. Sin alivio, sin juegos.
Sin nadie que les salve.
Sin nadie que vea por ellos.
Tienen a alguien a quien cuidar, tuvieron que crecer.
Si (
No(
