Todavía hoy la idea de amor sigue ligada mucho al romanticismo, ese amor romántico que se relaciona indiscutiblemente con la monogamia. Sin embargo, en el reino animal, y en concreto en los mamíferos, la monogamia no es tan natural. El ser humano es una de las pocas especies que mantiene esta práctica.
Por fortuna, cada vez se está extendiendo más la idea de que tener una relación abierta no es mejor ni peor que otra orientación relacional. El objetivo en todos los escenarios es que las personas que participan dentro del vínculo amistoso estén a gusto y partan desde una misma posición de igualdad.
¿Cómo iniciarse en las relaciones abiertas?
Las relaciones abiertas no son para todo el mundo. Además, para que esto se produzca suelen ocurrir episodios previos como, por ejemplo, llevar más allá la práctica del sexo con propuestas más innovadoras.
Un buen primer paso, por ejemplo, es iniciarse en el uso de juguetes sexuales. Una de las situaciones más comunes en las parejas que llegan a la monotonía en sus relaciones es que no prueban cosas diferentes. Introducir estos artilugios puede suponer ese chispazo para volver a encontrar la magia.
Los juguetes pueden ir desde estimuladores a dados eróticos pasando por herramientas para la práctica de sexo anal. En EasyToys tienes a tu disposición muchos de estos productos, pudiendo comprar online plug anal, vibradores o los novedosos fleshlight.
Una vez te introduzcas en nuevas formas de disfrutar del sexo en pareja, o de manera individual, es cuando puedes dar el siguiente paso, el de abrir la relación. Muchas parejas prueban antes la opción de acudir a locales swingers.
En esos espacios la dinámica es mantener relaciones con otras parejas, pero siempre de manera sana, respetuosa y con unos consensos acordados en los que se pongan unos límites bien definidos.
¿Por dónde empezar una relación abierta?
Si utilizamos un símil entre las relaciones abiertas y la propia práctica de sexo, las propuestas anteriores podrían ser como los preliminares, es decir, toda actividad previa que se ejecuta para favorecer el máximo placer posible en el momento del clímax.
A estas acciones se les añade una importante dosis de comunicación. Si la relación no está pasando por un buen momento, es imprescindible solventar los problemas de manera anterior a cambiar el tipo de relación. Abrirse a tener encuentros sexuales con otras personas, no es algo que se hace para resolver dificultades, sino para crecer como pareja y atender nuevas necesidades o intereses.
Otro aspecto importante es tener bien claro que abrir la relación es algo que ambos miembros desean por igual. No es una negociación sencilla, pero es necesaria. Hay que dejar claro en todo momento que los intereses o necesidades, a pesar de que pueden ser diferentes, caminan en una misma dirección para conseguir metas comunes, reforzar el vínculo afectivo.
¿Cómo son las relaciones abiertas?
Finalmente, si te atreves a dar el paso es porque has sido capaz de resolver varias cuestiones. La primera es saber qué se espera de esa relación abierta y hasta dónde puede llegar. Hay parejas que relajan el concepto de fidelidad, entienden que ser leal a su ser querido les permite mantener sexo con otra persona sin que eso afecte a su vínculo afectivo.
Otras incluso van más allá y pasan de la relación abierta al poliamor. Lo que es evidente es que cada miembro de la pareja debe tener claro cuáles son sus expectativas y comunicarlas claramente a la otra persona. A partir de ahí habrá que llegar a pactos con permisos, vetos, conocer más sobre los encuentros sexuales, la posibilidad de practicar sexo conjunto con otras personas y saber poner límites a esta situación.
Con comunicación, respeto y comprensión son posibles las relaciones abiertas. Estas no son mejores ni peores que otras fórmulas, simplemente hay que saber encontrar el equilibrio para satisfacer los deseos de ambos miembros de la pareja.
Redactor : Sara Dominguez Baeza.
(CN-15)
Si (
No(
