“Perros en el Metro de Madrid…”

Comenté algo parecido en otro artículo de opinión en esta misma sección que decía mas o menos lo mismo.
Y yo digo más o menos lo mismo. NO es lo mismo permitir que obligar.
Cuando se permitió el divorcio los que se oponían lo hacían diciendo que eso acabaría con el matrimonio (en sus cabecitas supongo que pensaban que TODAS las parejas se divorciarían). Pasados 30 años la gente no deja de casarse. Y en un porcentaje, menor que el de bodas, se divorcian.
Así mismo, permitir perros en el último vagón hará que las personas que lo sepan no vayan al último vagón si es que no gustan de los perros. Y las que de verdad necesiten llevar a su perro a una distancia relativamente larga y no dispongan de automóvil (porque ya sabemos que en el centro de la ciudad un automóvil es más una molestia que una comodidad) puedan hacerlo (puesto que no se admiten perros ni siquiera en los taxis, a pesar de ser un medio que se contrata a un precio sensiblemente superior).
Las personas que vayan a meter su perro al metro suelen ser, no sé como decirlo...DUEÑOS DE PERROS. Los dueños de perros, como muchos padres, conocen mejor a sus mascotas de lo que las conoce el autor del artículo e incluso la alcaldesa de Madrid.
Cuando un dueño saca a su mascota a la calle, sabe que lo primero que busca el perro será hacer sus necesidades. Tampoco cuesta mucho pensar en un dueño de perro que se preocupe porque el can haga sus cosas antes del viaje y no durante, porque el perro no pasará vergüenza ninguna, pero seguro que el dueño sí. A pesar de eso, si por alguna mala fortuna eso ocurre, tendrá el dueño que limpiarlo tal y como hacen si en lugar del metro es una acera de la ciudad.
Por otra parte suponer que un perro se sienta en cualquier parte o levanta la pata en cualquier parte para hacer 'sus cosas' es no tener ni idea de perros. Si el perro no levanta la pata en cualquier esquina de la casa propia...qué hace suponer que lo va a hacer en el metro? Los perros no solo hacen sus cosas para desahogarse, como es natural, sino para marcar territorio, por lo que es raro que levanten la pata en cualquier parte si no cumple la función de marcar su territorio, así que suelen hacerlo en un entorno familiar, conocido y antes visitado a tal efecto.
Así que ni todo el mundo acudirá en masa a rellenar el último vagón de metro, ni será el último vagon una jaula de grillos/perro, ni será un depósito de depósitos perrunos.
Como dije en el otro artículo, una cosa levantar una prohibición y otra distinta obligar. Que se puedan llevar perros no es obligación para que todo el mundo lo haga.