En la muerte de Prince

Prince ha sido la más reciente, pero con cada una de ellas me viene a la mente el peso terrible de la fama, eso tan deseado por tantos miles, millones de personas y sin embargo tan difícil de sobrellevar. Porque la fama conlleva no solo un esfuerzo extraordinario unida a un talento indiscutible, sino también el trabajo tremendo y constante en el que el artista por lo general implica lo mejor de sí mismo y en ese darse a los demás paga un peaje muy peligroso y terrible, y es sentirse cada vez más solo, una soledad que puede llegar a ser tan gélida que llegue a superar sus fuerzas y el sentido de su vida.

Los artistas somos extraños, raros, y digo raros no solo por nuestras excentricidades, manías o veleidades, sino también por una especie de neurosis o patología endógena permanente, detectable por lo general en un momento determinado de la vida.

Esto en Prince, el intérprete indiscutible, el compositor, el músico genial se manifiesta de una forma espectacular.

Tras “Purple Rain” (1984) álbum maravilloso y hacerse testigo de Jehová, un testigo hipersexualizado como era, fue nombrado mundialmente “la versión intelectual de Michael Jackson”.

Se cambió varias veces de nombre, incluso por un signo.Sus relaciones sentimentales eran continuas. Rodeado de mujeres parecía con frecuencia más femenino que ellas.

Desde su unión con Mayte Gracia, bailarina del vientre, hasta hacerlo con la española Paz Gómez aparecida en el vídeo clip “The most Beautiful girl in the World”, fue sin duda el más innovador de su era con éxitos como “Little Red Corvette” y “Lets Go Cracy”. Por eso ha sido llorado por multitud de artistas, desde Jennifer López, hasta Julián Moore, desde Madonna hasta Alejandro Sanz, o desde Antonio Banderas al Presidente Obama.

Su ego - dicen - era enorme y fue el pionero en hablar públicamente de su lucha contra la depresión…los altibajos emocionales.

A principios de mes canceló dos conciertos. Un día después de actuar en Atlanta (14 de abril) tuvo que ser atendido en un hospital de Maine (Illinois) tras realizar su avión privado un aterrizaje de emergencia. Arrastraba una gripe mal curada y le fue suministrado un medicamento para contrarrestar el efecto de opiáceos.

El cuerpo, dicen los forenses, no presentaba traumatismos. Y aunque la autopsia le fue realizada el viernes (22) se tardarán semanas en conocerse los resultados.

Sus representantes guardan silencio.

Su cuerpo ha sido entregado a la familia.

Así termina una historia más, la de Prince; como terminó en su día la de Michael Jackson, la de Marilyn Monroe, la de Judy Garland, la de Rainer W Fassbinder, o la de Romy Schneider, Amy Winehouse o la de Robin Williams.

Desaparecidos todos de una forma trágica y prematura, consecuencia del peso de una fama que no supieron sobrellevar.

(*) Germán Ubillos Orsolich

Nació en Madrid y es Premio Nacional de Teatro. Premio Guipúzcoa de Teatro, Premio Provincia de Valladolid de Teatro, Premio Julio Camba de Periodismo, Premio “Correo Español – Pueblo Vasco” de Periodismo, Premio Ciudad de Zamora de Periodismo, Finalista Premio Nadal de Novela, Guionista de Televisión Española Espacios Dramáticos. Es autor de varias novelas entre ellas: “Largo Retorno” (Con filme de Pedro Lazaga y música de Antón García Abril) “Proyecto Amenazante”, “Cambio Climático”. “Cambio Climático – Los Supervivientes”, “Cambio Climático – El Retorno” (Trilogía),(Ed. Entrelíneas Editores), El viajero de sí mismo”, “Malín”, “La Peste Negra – Vida más allá de las estrellas”, “La calle de los Amores” (biografía), “El hielo de la Luna”, “Los desiertos de Marte”, “La calle de los amores “(Memorias).- Ed. Belgeuse, “ Más allá del Purgatorio (Novela), Ed Belgeuse , “La Infancia Mágica “ (Biografía).- Ed. Belgeuse Es autor teatral y algunas de sus obras son: “La Tienda” (Ed. Escélicer)- Premio Nacional de Teatro, “El llanto de Ulises” (Ed. Escélicer)- Premio Guipúzcoa, “El Cometa Azul”, “Gente de Quirófano” (Ed. La Avispa) Premio Provincia de Valladolid, “Los globos de Abril” (Ed. Escélicer)