BRASILIA.- Si la candidata presidencial Dilma Rousseff aparece como clara favorita para ganar la elección presidencial de hoy domingo, en gran parte se lo debe al empeño del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Lula, el presidente más popular en la historia reciente de Brasil, no sólo escogió a la ex secretaria general de su gobierno como candidata del Partido de los Trabajadores (PT) para sucederlo en el cargo, sino que ha invertido su prestigio político en lograr su elección.
Las mesas de votación abrirán hoydomingo a las 8.00 horas (1000 GMT) y cierran a las 17.00 horas (1900 GMT), con tendencias oficiales esperadas unas tres horas después.
Lula, quien llegó a la presidencia en los comicios deL 2002 después de tres postulaciones fallidas, puso su experiencia electoral al servicio de Rousseff, quien nunca había disputado un cargo de decisión popular.
“Si no fuera Lula, ella ni siquiera sería candidata y menos estaría en esa posición de relativa ventaja'', comentó el historiador y profesor de ciencias políticas Michel Zaidan, de la Universidad Federal de Pernambuco.
Las encuestas de intención de voto dan a Rousseff como favorita para ganar los comicios del domingo frente al opositor José Serra, un ex gobernador de Sao Paulo postulado por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con una ventaja de dos dígitos.
La aspirante oficialista recuperó su postura ante el electorado luego de que al final del primer turno, su candidatura perdió fuerza ante una campaña de ataques personales de sus adversarios y el sorpresivo crecimiento de la candidatura de tercera vía de la ex ministra del Medio Ambiente Marina Silva, que capitalizó el descontento en torno a los candidatos mayoritarios.
En el segundo turno Rousseff recuperó terreno, en buena medida porque Lula aumentó su participación en la propaganda de radio y televisión, tuvo mayor presencia en actos proselitistas y sostuvo encuentros con aliados para decidir el rumbo de la campaña. ``Lo que le permite a Dilma seguir en esa ventaja es que Lula se arremangó y fue a la calle a defenderla. Esos votos no le pertenecen a ella, le pertenecen a Lula'', sostuvo Zaidan.
Esa participación del presidente irritó al aspirante rival, Serra, y provocó críticas de columnistas de los grandes diarios brasileños, generalmente identificados con el candidato de la oposición.
Si el primer turno electoral se caracterizó por la escasez de propuestas para atraer a los votantes, la segunda vuelta estuvo marcada por intercambios de acusaciones y ataques personales que bajaron aún más el nivel de discusión.
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