Casa Matetic: Viña boutique con cultivos orgánicos

Sus cultivos son cien por ciento orgánicos, es decir no utilizan ningún pesticida, ni abonos químicos

La viña también utiliza la agricultura biodinámica, desarrollada por el austriaco Rudolph Steiner, la que consiste en la interacción entre animales, plantas, suelo y el ser humano, además de lo económico. Esta Viña ubicada a 120 Km de Santiago, próxima a Casablanca, en el Valle de Rosario posee 10.000 hectáreas de campo. De éstas, 180, están plantadas con las mejores vides de uva blanca y negra.

Casona de huéspedes y actividades outdoors

El resto del terreno tiene las más modernas y  amplias bodegas del mundo, una casona de huéspedes, tipo colonial remodelada, con siete habitaciones. Cada una cuenta con su respectivo baño, ambos de espacios muy generosos. La remodelación  y  decoración son obra  del arquitecto Max Cummins, de acuerdo a un estilo clásico, moderno, de muy buen gusto y en completa armonía con el entorno. Cada habitación tiene salida a una “terraza privada” con una mesita y sillas, con vista al campo. Además cuenta con un florido jardín  de tipo antiguo, en el centro de las habitaciones.  Posee además, una amplia sala de estar, con pool, mesa de ajedrez  y un surtido bar. Los cómodos sofás están distribuidos de tal forma que harán pasar al huésped una velada inolvidable, además de promover una cálida interacción entre todos los visitantes.

Viña Matetic posee además un auditorio, dotada con toda la última tecnología  donde se desarrollan seminarios y cursos para ejecutivos.

Una moderna piscina con sus sofás y sillas tipo spa, son otro de los atractivos que se ofrecen. Entre las actividades que se pueden desarrollar al aire libre, están  las caminatas, circuitos en bicicleta y cabalgatas.

Matrimonios, eventos y almuerzos especiales

El restaurante Equilibrio, al que se accede por un puentecito que va sobre la laguna y jardines, es otro de los atractivos que ofrece Viña Matetic. El chef Matías Bustos es el encargado de deleitar hasta los más exigentes paladares. El cocinero armoniza a la perfección lo tradicional con la  innovación. Además, cada plato va acompañado con el vino preciso para cada preparación.

La Viña tiene una amplia capacidad para ofrecer eventos, matrimonios y almuerzos especiales. En la temporada en que llegan los lujosos transatlánticos que recalan en Valparaíso, ofrecen un almuerzo totalmente criollo.

En esas oportunidades el chef Bustos se esmera en mostrar lo mejor de los productos chilenos, en finas preparaciones y con los vinos adecuados.  Para esas ocasiones se recrea una ambientación  absolutamente chilena: una carpa con banderas y globos en los tonos, y un espectáculo que incluye todas las tradiciones chilenas, empezando por grupos folklóricos que bailan cueca al son de los instrumentos. Para completar la visión de las costumbres chilenas, se trae a un organillero, titiritero, hombres que caminan sobre zancos y malabaristas, de modo que entre plato y plato, los exigentes visitantes extranjeros se van con una impresión bastante completa de lo que son las tradiciones folklóricas del país, que por cierto disfrutan mucho

Valle único en el mundo

La Viña, emplazada en el valle Rosario  tiene las mejores condiciones de temperatura explica el sommelier, Antonio Pardo.  “El sol pega bastante fuerte, sin embargo el océano, que está muy cerca, se encarga de mesurar la temperatura constantemente.” Por ello se plantó Sauvignon Blanc y Chardonnay y con el tiempo se sumó el Gewürztraminer y el Riesling.

En el caso de las variedades tintas se decidió  plantar Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Malbec, Merlot, Carmenère y Syrah.

“Con la uva blanca hemos tenido resultados excepcionales los últimos diez años”, explica Pardo.

La Organización Mundial del Vino considera a la región de San Antonio una de las tres mejores del mundo, junto a Alsacia en Francia y Nueva Zelanda, que también pertenecen a la apelación.

En el caso de los tintos Carmenère y Cabernet Sauvignon, estas cepas no lograron madurar, así que optó por usar sus raíces para injertarlas.

Syrah: la gran sorpresa

La sorpresa se dio con Syrah, pues fueron capaces de cosechar la uva dos días antes de las heladas. Se logró con esta cepa una tipicidad muy diferente al  vino que se hacía antes en Chile.  Por las condiciones del terreno, generalmente de taninos altos, el Syrah está catalogado como el segundo con más volumen y cuerpo.  Su característica es una alta acidez, la que refresca el cuerpo y baja un poco la carga tánica “En la primera cosecha logramos 93 puntos y desde 2004 hasta ahora crecimos entre los 100 mejores del mundo”, explica el sommelier Pardo.

Luego continúa “cuando se habla de productos gourmet hay que esperar 7 a 15 años para que la planta madure. Aquí lo logramos más rápido porque se hizo una gran inversión y por nuestro modo orgánico de hacer las cosas. Todo fue acompañado de un manejo y asesoramiento de los mejores expertos en el tema de los viñedos. La viña además se ha manejado con una gran carga que es concentrada, pero que no supera los seis mil Kg por hectárea. Así el vino no resulta muy aguado y con parras jóvenes estamos logrando una gran concentración”.

Bodega bajo el cerro y armonía con el medio ambiente

Las bodegas, están bajo el cerro. “Si uno mira aquí se ve que se mantuvo la topografía total del cerro, lo que  contribuye a permanecer en armonía con el medio ambiente, que es lo principal de este proyecto. Igualmente, con  esto se contribuye con el tema de la temperatura. “Es decir, en esta Viña todo tiene una preocupación filosófica y práctica. Somos 100% orgánicos y estamos certificados por la BCS de Alemania. En cuanto a la biodinámica, se usan todos los recursos que nos da la naturaleza.

Agricultura biodinámica: estudio del hombre interno

La agricultura biodinámica viene de la antroposofía, que traducida del alemán al español significa “estudio del hombre interno y ciencia espiritual”. Como ya lo mencionamos este término fue acuñado por Rudolfh  Steiner.

Básicamente Steiner descubrió que nosotros giramos en torno al sol, éste gira en torno a otro y así continuamente. Igualmente, la luna vira en torno  al sistema planetario. Así mismo, se constató que el organismo interno del ser humano tiene huesos, compuestos minerales, células, protones, moléculas y curiosamente todo éste se comporta en forma muy similar al movimiento del sistema solar. Al girar nuestras  células, lo hacen igual a esa modalidad. De esta forma si estamos hechos a los ojos de Dios, eso cobra un cien por ciento de sentido, si Dios es el sistema solar.

Calendario de 365 estaciones

Steiner además, dejó de lado el calendario que  dividía el año en cuatro estaciones, creando un calendario de 365 estaciones, para darle importancia a cada día. Esto lo tomó del conocimiento ancestral de Asia, mezclándolo con un punto de vista científico y analítico alemán. Este calendario, explica el enólogo,  “lo aplicamos en la tierra y  en la confección de nuestros fertilizantes”.

En cuanto a la biodinámica, se usan todos los recursos que no da la naturaleza, en este caso la contribución de los animales para la preparación y fertilización de los suelos,  un elemento central. “Los fertilizantes los producimos nosotros y esto viene de la brujería que nos hace pensar que ésta viene de la ciencia. Por ejemplo, los primeros compuestos están hechos con cacho de vaca que cae solo al suelo, a éste se le agrega excremento de vaca preñada, lo que se cubre con belladonna, que es una planta que se ha utilizado por milenos en China. Tiene la propiedad de bajar la temperatura y fiebre. Este compuesto se entierra bajo la tierra y se expone al sol. Luego de terminado el proceso se agrega el compost. Todo ello relacionado estrictamente con el calendario. Los animales ayudan a mejorar la calidad del suelo y ciertas flores, para ahuyentar a los insectos, que las prefieren a las parras.

Todo este proceso obviamente afecta el sabor del vino, que es más terráceo, más wild, salvaje, en su forma más íntima, pues expresa toda la biodiversidad.

En nuestro hemisferio es más fácil implantar los cultivos orgánicos por las cuatro barreras naturales que posee el país: desierto, cordillera, mar y polo sur. Esa es una de las razones por las que no llegó a nuestro país la temida filoxera, plaga que acaba con las vides.

Proceso de vinificación

Para este proceso se usan dos mesas de selección. La primera se hace con una mesa vibradora, y luego, en la tercera mesa se separan los granos falsos, proceso hecho íntegramente por mujeres, que son más sensitivas, delicadas y ven mejor los colores.

La bodega funciona por gravedad ya que la fruta seleccionada va cayendo al piso, en este caso, a dos niveles: en el primero, que llamamos piso limpio y al segundo, sucio. Esto diferencia nuestro proceso del resto de las otras viñas que tienen uno solo, lo que puede producir hongos.

Como la suciedad queda arriba, se evita cualquier proceso bacteriológico y se asegura que la fruta sea óptima. También usan sólo 20 pm de anhídrido sulfuroso- se pueden usar hasta 100-  con lo que no se producen dolores de cabeza.

Estanques de fermentación

En la zona de fermentación de los caldos, están separados. Los de de vino blanco, que deben mantener la temperatura más baja, 15º Celsius, y que hace más complejo el proceso. Por eso se almacenan en estanques  de acero más altos y delgados, para poder llegar más rápido al centro del líquido.

En el caso de los tintos, se busca tener un mayor contacto con la cáscara de la uva. La uva blanca, en cambio se fermenta sin hollejo. En el caso de los estanques del tinto, que son más pequeños y anchos, se logra un mayor contacto con el sombrero y así se puede extraer más color, lo que contiene toda la carga polifenólica, que es buena para la salud y también nos entrega toda la estructura del vino. La temperatura del tinto se maneja a 27º  Celsius.

En cuanto a la fermentación en el acero, es relativo porque es un proceso físico-químico natural, donde las levaduras están vivas. En promedio esta etapa dura entre 7 y 14 días, en los tintos.

En el caso del blanco el tiempo es entre 12 a 20 días, pues a menor temperatura el proceso demora más. Finalizada  esta etapa se decantan los caldos y se hace el proceso de estabilización y clarificación. De ahí se pasa a las barricas de roble francés. Nuestros vinos permanecen allí durante un año, con excepción de nuestro ícono el Syrah, que lo hace un año y medio. El etiquetado de cada botella se hace a mano, siguiendo la filosofía de la Viña Matetic.

EQ y Corralillo

En Viña Matetic se manejan dos líneas de vinos la EQ, que es un 70% Sauvignon Blanc, Chardonnay, Pinot Noir y la segunda, más pequeña, que se llama Corralillo, nombre que proviene de un sector del campo. Es más masiva, es un ensamblaje de varias uvas, entre ellas, Malbec, Merlot y  Cabernet. Todo el vino de Matetic es de exportación. Aquí sólo se vende a hoteles, restaurantes y tiendas especializadas, en este caso la Vinoteca que es el distribuidor oficial.

Vinos y nariz

El  Vicepresidente de Viña Matetic, Jorge Matetic Hartard señaló en la degustación ante la prensa “si tomamos una nariz de este vino inmediatamente nos damos cuenta que éste expresa notas de frutas  intensas tropicales, como la piña y el kiwi. Se siente también la mineralidad, alto grado alcohólico, acidez, que se percibe por las notas salinas. Aquí no corregimos la acidez, continúa, El ataque al paladar es frutoso y esta acidez permanece largo rato en la boca. También tiene notas herbáceas.” Se degusta con queso de oveja, que es amargo y único en su sabor. Señala que está catalogado como el segundo mejor de Chile después de Casa Marín. Va muy bien con preparaciones frescas como pescados, cebiches.

Exportación de Viña Matetic

De las 15.000 cajas que se producen, 13.500 son de exportación.”Nuestro principal mercado es el Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Corea, Canadá. Estamos presentes en veinte países y luego abriremos 4 a 5 mercados nuevos”, explica el Director Comercial, Arturo Larraín.  La Viña está posicionada a nivel de hoteles, con consumidores más evolucionados.

Del total de la cosecha queda sólo un diez por ciento en Chile. En tanto el promedio de exportación es cuatro veces más alto que la del resto de las viñas.

Proporción áurea o dorada

En el siglo XVII los religiosos de la época de Gregorio Magno trataban de acercarse a Dios, usando todo lo que estaba a su alcance. Percibieron que el sonido va acompañado hasta de 16 otros que no se escuchan, pero existen y suenan como escala musical, deteniéndose en el número 16. Al chocar una gota en el agua esa elipse que se forma está en una proporción, que curiosamente se pueden apreciar en los dibujos de Leonardo da Vinci y es la misma del planeta tierra, sol y de todo el cosmos.

Al emitir un sonido en un edificio, éste sube en vez de detenerse. Pensaron, que lo armónico nunca se detiene por estar en contacto con la eternidad dorada, porque el oro, que es la representación del sol en la tierra. Este edificio tiene esa proporción, señala Arturo Larraín y creemos que eso contribuye a que el vino tenga una guarda más armoniosa y más pacífica. La música  tiene efecto en el hombre, pues éste está constituido en casi un 80 por ciento de agua. El Sommelier Pardo, toca una flauta dulce y hace partícipe a todos los presentes para que lo acompañen a subir cantando  una O y luego bajar con una M, por tres veces. Luego de tan interesantes y completas explicaciones de los cultivos, fermentación y todo el proceso de la Viña, el Vicepresidente Jorge  Matetic, junto al Director Comercial, Arturo Larraín y el Sommelier, Antonio Pardo, además de María Victoria Zapiola, Relacionadora Pública de la Viña, invitan a pasar al restaurante Equilibrio a degustar un exquisito almuerzo.