Iglesias ha llamado a los partidos catalanes de izquierda a apoyar un gobierno liderado por el candidato de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell. En un mensaje directo a ERC, PSC y CUP, el secretario general de Podemos ha considerado que no es una hipótesis descabellada tras el 27S un Govern liderado por Rabell si lo que se prioriza son las políticas sociales o la lucha contra la corrupción. "Veo eso más razonable que facilitar que Boi Ruiz vuelva a ser conseller", ha concluido.
El líder de Podemos ha vuelto a rechazar el carácter de plebiscito de estos comicios y ha desvinculado a Catalunya Sí que es Pot de ningún bloque, ya sea del sí o del no a la independencia. Iglesias ha subrayado que su formación tiene un "proyecto para el 100% de los catalanes", aspecto que ha contrapuesto al resto de formaciones que, a su juicio, solo trabajan para sus acólitos. "Al proyecto del PSC, C's y PP le sobran la mitad de los catalanes", ha criticado.
Iglesias se ha presentado de nuevo como un líder que va a ser más comprensivo con las demandas catalanas y ha reafirmado que España es un estado plurinacional y que "Catalunya es una nación". En su opinión, al presidente catalán Artur Mas no le conviene un posible presidente del Gobierno que entienda y escuche a los catalanes y pueda permitir un referéndum. "Ese escenario no le gusta a Mas, que preferiría que siga ganando Rajoy para conservar la silla", ha asegurado, de manera que se ha mostrado convencido que si Podemos gobernara en España, "la mayoría de catalanes querrían quedarse". "Es normal que te quieras marchar si identificas España con Aznar o con Rajoy", ha sentenciado. Iglesias ha vuelto explicar su plan de abrir un proceso constituyente en el que también se reconozca la singularidad catalana. "¿Por qué no volvemos a discutir un contrato de convivencia incluida la forma en que Cataluña quiere relacionarse con España?", se ha preguntado.
Por otro lado, Iglesias también ha valorado el cara a cara entre el ministro Margallo y el candidato de Junts pel Sí, Oriol Junqueras. Aunque ha afirmado que le gustó "el tono saludable", ha echó en falta "que se notara que una persona es de derechas y otra de izquierdas". Iglesias ha opinado que el debate le pareció "más una competición jurídica a ver quién citaba más tratados internacionales". El dirigente ha lamentado, de hecho, que durante la campaña de las catalanes se esté hablando poco de desigualdad y crisis económica y defendió dar voz a una parte de Catalunya que, a su juicio, está invisibilizada. En este sentido, ha criticado que Raül Romeva no haya aceptado debatir con Joan Herrera sobre corrupción imitando el cara a cara de anoche entre Margallo y Junqueras.
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