El Té, otra forma de vida

El té es un descubrimiento de los chinos. Y tiene una historia que arranca desde la sociedad primitiva, pues se tiene constancia de que hace mas de cinco mil años que en China se empleaba como una bebida casi milagrosa que es fuente de salud y bienestar.

Sheng Nung, el primer medico legendario chino, probó cientos de hierbas diferentes que tenían un efecto antídoto contra sesenta y dos tipos de veneno que encontró en las plantas. El té fue el mejor de todos los antídotos. Con gran diferencia.

En las hojas de te se han encontrado más de trescientas sustancias beneficiosas tales como proteínas, lípidos, aminoácidos, hidratos de carbono, vitaminas, tenia, cafeína, aceites aromáticos y muchos de ellos, son productos imprescindibles para la salud del cuerpo humano y que producen importantes efectos nutritivos y terapéuticos.

El té no es tan popular entre nosotros como el café, sin embargo cada vez son más los que saben que es una bebida con unas propiedades altamente valiosas, que contienen importantes nutrientes y propiedades únicas.

El sabor del té varía desde lo más intensos a los más suaves, casi imperceptible en su aroma a la vez sutil y delicado.

Multitud de estudios recientes han dictaminado que el te, tomado regularmente, produce efectos directos y beneficiosos para la salud.

El té contiene antioxidantes. Principalmente el té verde y el negro y es muy bueno para la contención de los radicales libres. Causa del envejecimiento y de la destrucción de los tejidos y mejora el funcionamiento de los riñones e hígado.

Nos ayuda a combatir el cáncer porque inhibe la mutación de las células y tiene un efecto protector contra algunas formas de cáncer, como el de pulmón, esófago, páncreas, hígado, mama y colon.

El té favorece el descenso del colesterol, regula la tensión arterial gracias a su bajo contenido en sodio y la presencia de potasio que regula el ritmo cardiaco.

El té mejora la circulación de la sangre. Tiene un alto contenido en antioxidants y mejora las mucosas de la piel. Potencia el sistema inmunológico y ayuda a eliminar la retención de líquidos.

El té mejora la digestión. Los aceites especiales que contiene el té, aumentan el flujo de jugos gástricos lo que ayuda a la digestión de los alimentos. Por eso el té se toma después de comer.

Y por ultimo, el té nos mantiene atentos. Se ha demostrado que mejora la concentración y la agilidad mental. Disminuye la fatiga y mantiene nuestra mente despierta y es mucho menos excitante que el café.

Así que señores, ¡¡A tomar té!!