Estadounidense Lori Berenson sufre la hostilidad de vecinos

Desde que el jueves salió de prisión bajo libertad condicional y llegó a su domicilio, Berenson recibió insultos de vecinos del distrito de Miraflores, un típico barrio de la burguesía limeña, que la rechaza por sus antiguos vínculos con el guevarista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

Berenson, de 40 años, permanece ahí en compañía de sus padres, Mark y Rhoda Berenson, y de su hijo Salvador, de un año de edad, que tuvo con su abogado Aníbal Apari.

“Esperamos que las cosas se calmen, que todo vuelva a su cauce normal, que las cosas se ubiquen en su real dimensión'', afirmó Apari sobre el vecindario miraflorino.
``No quiero alimentar más este clima (de hostilidad); Lori está tranquila y prefiere no opinar sobre eso; lo único que yo puedo decir es que con el paso de las horas la gente se irá dando cuenta de que no existe nada anormal, que todo es cuestión simplemente de ver las cosas con objetividad'', añadió.

Apari refirió que la vinculación que Berenson tuvo con el MRTA, por la que fue condenada, es ``un proceso que ya acabó''.
``¿Para qué seguir hurgando sobre un tema que ya ha sido resuelto judicialmente?'', se preguntó el abogado, para agregar que su patrocinada ``ahora está descansando y dedicando todo su tiempo a su hijo''.

Mientras tanto, ante las protestas por la liberación de Berenson, el gobierno evalúa su eventual expulsión del país, posibilidad que se daría en las próximas horas.

El primer ministro Javier Velásquez respaldó un planteamiento del ministro de Justicia, Víctor García, quien propuso que se le conmute lo que le queda de pena de prisión por su expulsión.

“El gobierno tomará la decisión más conveniente para el país, luego de evaluar la propuesta en el Consejo de Ministros a fin de no correr riesgos y preservar la seguridad ciudadana'', indicó Velásquez.

La estadounidense cumplió 15 años de una sentencia de 20 años de cárcel y debía salir en el 2015, pero una jueza le otorgó el martes la libertad condicional por buena conducta. Según las leyes, los cinco años restantes debe permanecer en Perú, respetando una serie de medidas.

Berenson fue señalada de haber participado en 1995 en un fallido plan para tomar el Congreso de la República y forzar la liberación de presos `emerretistas'.

La propuesta de expulsión parece encontrar algunos escollos debido a que Berenson tiene derecho a un arraigo en Perú por tener un hijo peruano, lo que complicaría la conmutación de su pena y expulsión, según el penalista Luis Lamas Puccio.

La conmoción provocada por la liberación de Berenson generó comentarios de analistas. El sociólogo e historiador Nelson Manrique estimó que el rechazo a la ex integrante del MRTA ``es peligroso porque se confunde la justicia con venganza''.

“Ella cometió un delito que fue sancionado y ha cumplido su pena; ha cumplido con la ley está en condiciones de reinsertarse socialmente. No aceptar esa premisa es caer en un espíritu de linchamiento, de venganza'', declaró Manrique al portal de internet de El Comercio.