La reina patata

La patata es sin duda alguna la compañera de viaje de todos los cocineros, por supuesto, la que llena estómagos, sacia ,y la que mas horas de placer provoca en nosotros los entregados comensales que nos acercamos a los restaurantes como si de templos se tratara.

Como le pasa a las cosas grandes de la vida, de una sencillez extrema y quizás, por esa razón, es el producto que mejor pareja hace con otros muchos mas opulentos y sofisticados, como la trufa y el caviar, que multiplican por mil su precio y sin embargo no sirven como ella para hacer de comodín de nuestros platos que los maestros nos preparan con tanta intuición y esmero.

Podría entender la cocina de Toño en Atrio sin muchos de los productos que asoman a los mercados, pero sería imposible imaginar sus platos sin la reina, sin la patata; solo hay que observar como se enciende al probar un puré hecho con patatas y aceite de oliva, o con mantequilla, que también resulta de un gusto extraordinario, aunque menos saludable, pero quizás en la vida de vez en cuando, se deben cometer ciertos pecados para darnos cuenta que estamos vivos.

Por último me gustaría remarcar el nacimiento de este proyecto editorial de gran interés gastronómico y humano, ya que el viejo mundo no sería lo mismo sin la aportación de la patata y por supuesto sin el nexo que fue Extremadura como puente de culturas en esa bendición; pues es, a través de ella, cuando los estómagos, que siempre necesitan viandas, se han sentido mucho más felices y reconfortados, al poder gozar de un buen plato de patata.