Valdepeñas, Una Apuesta Por La Calidad

La ciudad que conocemos hoy día con el nombre de Valdepeñas, no fue una excepción como acreditan los utensilios relacionados con la producción del vino descubiertos en los yacimientos excavados en diferentes lugares de la ciudad manchega y en su entorno. De estos hallazgos dan buena fe los materiales orgánicos vinícolas, procedentes del yacimiento Ibérico del Cerro de las Cabezas (s.VII a IV a.c.), sacados recientemente a la luz. Estos utensilios están expuestos en el moderno Museo del Vino de Valdepeñas, que es a su vez sede de la D.O. La ciudad manchega exhibe su Museo del Vino con orgullo, para mostrar a propios y extraños la realidad de una tradición vitivinicultora mantenida durante generaciones, que es  garantía de la fama ganada por sus vinos en el pasado siglo, y que sus bodegueros desean, ahora, poner de nuevo en el foco del consumo. Este museo temático se ha levantado ex novo, aprovechando la ubicación de una céntrica bodega antigua, a la que ha sido anexionado un elegante edificio  de nueva planta, que alberga todo lo necesario que requieren unas infraestructuras de vanguardia. A la zona nueva se han incorporado las instalaciones y aperos de antaño, como muestra de lo que  fueron técnicas y procedimientos empleados en tiempos pretéritos, donde la tecnología empleada hoy en día, no fue siquiera imaginada. La zona de producción  de los vinos de Valdepeñas –blancos, tintos (y rosados en menor medida)-, se ubica en el borde meridional de la meseta sur. Limita al norte por la llanura manchega, al este por los Campos de Montiel, al sur por Sierra Morena y al oeste por el Campo de Calatrava. El viñedo amparado por la D.O. Valdepeñas incluye los términos municipales de Valdepeñas, Alcubillas, Moral de Calatrava, San Carlos del Valle, Santa Cruz de Mudela, Torrenueva y parte de Torre de Juan Abad, Granátula de Calatrava, Alhambra y Montiel. Actualmente el viñedo protegido por la D.O. Valdepeñas (que es la tercera institución vinícola del país por antigüedad, ya que fue inscrita en septiembre de 1932), totaliza 22.000 hectáreas y cuenta con 19 bodegas adscritas, para una producción aproximada de los 60 millones de litros que fueron comercializados en el pasado ejercicio.

Conseguir la visibilidad y la relevancia adquirida tiempo atrás (además de promocionar los vinos de Valdepeñas en el mercado nacional e internacional), son los objetivos del nuevo equipo directivo de la Denominación de Origen Valdepeñas. Su presidente Carlos Nieto se lamenta:  “A pesar de que el año pasado fue bueno, creemos que nuestra presencia no responde a nuestro peso histórico y reconocimiento internacional”. Es por este motivo que la D.O. está poniendo en práctica un ambicioso plan de marketing y publicidad con dos targets bien diferenciados: Uno de ellos lo constituye el público joven. Para este fin se organizan eventos relacionados con la moda, la música y la innovación. El otro objetivo consiste la recuperación del consumidor habitual especializado; de manera, que pueda reconocer en un mercado tan globalizado, la calidad de los nuevos vinos con la contraetiqueta Denominación de Origen Valdepeñas. Los actos patrocinados por la D.O. en Madrid esta semana (ciudad que fue principal demandante - no hace tanto -, de estos estupendos graneles), son buena prueba de esta constante actividad promocional. Así ocurrió con el evento de un pase en premier de la película del cineasta Pedro León “Chicas Paranoicas”, que tuvo lugar el pasado miércoles día 10, en el espacio ABC de Serrano. La asistencia de personalidades y caras mediáticas como las de Carmen Lomana  y Chencho Arias, entre otras, dieron relevancia al acto que fue amenizado con los vinos de Valdepeñas. El siguiente sucedido, tuvo lugar el día 11, también en la capital de España, en la sede de la Fundación del Diario Madrid. El motivo fue la presentación de “El Líder Silencioso” un libro escrito por el baloncestista Jorge Garbajosa. El autor pretende un fin altruista porque la recaudación integra de su venta, se destinará a una institución que ampara el acogimiento de la infancia desprotegida. El evento tuvo una gran acogida congregando a jugadores de baloncesto, prensa deportiva y medios audiovisuales, en torno a una copa de vino de Valdepeñas.