UNA ESTUPENDA ALTERNATIVA A POCOS KMS. DE MADRID
Restaurante “El Gallinero”, en la sierra de Navacerrada
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
En 1796, hace ya más de 200 años, Joan Juvé Mir, un viticultor audaz y emprendedor de ideas avanzadas, comenzó a poner los cimientos de esta bodega. A través de tres generaciones de padres a hijos, ha ido desarrollándose y adquiriendo una sólida reputación y presencia en el mercado del cava, convirtiéndose hoy en día en una prestigiosa bodega.
Sobre “El Gallinero”
El restaurante El Gallinero se encuentra a un paso de la sierra de Navacerrada, en una gran finca, antigua propiedad del Marqués de Pelayo, aristócrata apasionado por la serranía madrileña.
Las nuevas instalaciones fueron inauguradas en octubre de 2003 y, junto al restaurante, albergan El Cortijo El Gallinero, un espacio para eventos y grandes celebraciones.
El restaurante cuenta con entrada independiente y parking propio, y se aloja en una antigua casona de piedra rehabilitada y ampliada. Además del salón principal, cuenta con una terraza cerrada con una gran cristalera que permite el paso de la luz natural y vistas al gallinero y tres reservados de 10 personas, que pueden unirse en un sólo espacio para 30 comensales, siendo la capacidad total del restaurante de 120 personas.
Su decoración se basa en techos altos artesonados y ambiente rústico, con tejidos en color salmón. Las mesas se visten con mantelería de lino en crudo, vajilla Villeroy & Boch y cristalería Schott.
La cocina, de corte tradicional con toques personales, cuenta con platos como: Ensalada de bogavante renovada con vinagreta de fresas, Micuit de hígado de pato con chuntey de manzana e higos turcos, physalis y módena o los Huevos de El Gallinero con jamón ibérico, foie y sal maldón. Como platos fuertes, pescados como el Tronco de merluza braseado en girlacine de ajo sobre patatas panaderas, o carnes, como los Medallones de solomillo al foie con berenjena y patata asada, piezas a la brasa como el entrecotte de cebón o el centro de solomillo.
La carta se complementa con una completa tabla de quesos, de unas 16 variedades nacionales, postres caseros, carta de cafés e infusiones, cócteles y cava de puros.
En cuanto a la bodega, a la vista del comensal, cuenta con unas 200 referencias en vinos de las principales regiones vinícolas nacionales, y caldos internacionales de Francia, Italia y Hungría, además de una gran selección de licores y espiritosos.
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