Asesinan a 24 personas en el norte de México

El portavoz de Seguridad Pública de Ciudad Juárez, Jacinto Segura, ha indicado que cinco de los fallecidos han sido acribillados en un centro de lavado de automóviles y otros cinco en un bar. Los otros cuatro han muerto en agresiones del mismo tipo.

Al menos 24 personas han sido asesinadas a tiros en las últimas horas en ataques vinculados con el crimen organizado en Ciudad Juárez, en el norte de México, diez de ellas en un centro de rehabilitación para adictos, según han informado fuentes oficiales.

Según diversos testigos, un grupo de sicarios armados con fusiles automáticos entró anoche en el instituto de rehabilitación "Centro de Vida", en el Papalote, y asesinó a diez personas, entre ellas una mujer, mientras la población festejaba el 199 aniversario de la Independencia de México. Esta es la segunda masacre registrada en un centro para adictos este mes después de que el pasado 2 de septiembre, otro grupo de pistoleros asesinara a 18 personas en una clínica de rehabilitación denominada "El Aliviane", que albergaba a 50 personas.

Selección de víctimas

Asimismo, cinco personas que celebraban la fiesta nacional en el bar denominado "Coco Bombo", en el centro de Ciudad Juárez, corrieron la misma suerte. Un grupo de pistoleros entró en el local después de la medianoche y seleccionó a sus víctimas, para asesinarlas de un tiro en la cabeza, mientras los demás clientes observaban aterrorizados.

Por otro lado, otras cinco personas fueron acribilladas en el interior de un taller de lavado de coches de la urbanización Alameda, en el noreste de Ciudad Juárez, aunque las fuentes no ofrecieron más detalles sobre el crimen.

Ciudad Juárez es la urbe más azotada por la violencia en México con 1.600 asesinatos de los 6.000 ocurridos en todo el país el año pasado. En lo que va de año registra más de 1.400.

El cártel de Juárez, originario de esa localidad fronteriza con El Paso (EEUU) y el cártel de Sinaloa se disputan el control de los negocios ilegales en esa población.

Pese a que más de 8.000 militares y policías federales fueron enviados al lugar desde principios de año, la ola de la violencia no remite y se ha cobrado unas diez víctimas diarias en el último mes.