Vinos Gallegos de distinto color…y de igual calidad  

Pazo Baión es una bodega creada para albergar un ‘vino de pago’ (el viñedo enmarca la bodega), y concebido  como un proyecto enoturistico ejemplar. Y lo es - aparte de la belleza arquitectónica del conjunto  y la calidad de las elaboraciones -,  porque se propone la integración social de jóvenes rehabilitados, que tiempo atrás sufrieron la trágica experiencia  del encuentro con las drogas. Pazo Baión es un vino de autor – otro más, a cargo del prestigiado enólogo José Hidalgo Togores -, una joyita enológica  de uvas de Albariño, que proceden  de ocho parcelas situadas sobre el subsuelo granítico que integran las 22ha en que se asienta un viñedo cuidadosamente emparrado que cuenta con cuatro décadas de edad en sus sarmientos. Los frutos vendimiados de forma manual se recogen en cajas con poca capacidad para preservar su integridad y poderlos transportar con celeridad al ‘sancta santorum’ que es la bellísima bodega modernista de Pazo Baión. Cuenta con tecnología vinificadora de vanguardia y ha sido proyectada en estilo ‘art deco’, con predominio de maderas nobles, acero, aluminio y cristal.

Este vino de autor, es un monovarietal  de ensamblaje de la aromática Albariño… Esto es debido a que las uvas - desconozco si provienen de un mismo clon, pero es lógico que así fuere –, proceden de parcelas con altitudes  y orientaciones distintas. El control de cada una de las parcelas es fundamental, porque según el grado de maduración y la carga de azucares del fruto, se decidirá el momento más idóneo para la recolección. Después de realizada la fermentación, el vino permanece en contacto con las ‘lías finas’ por espacio de seis meses.

Elegantemente vestido en singular botella del Rhin, nos encontramos ante un excelente blanco, que refleja la singularidad de la finca. Vino complejo y pleno de  matices, destaca la tipicidad varietal, y su perfume de aromas primarios a flores blancas y frutas del mismo color. En fase gustativa, de nuevo aparece la fruta, con tenues notas cítricas y minerales. Finaliza en trago armonioso y fresco.

BODEGA VALDESIL

Valdesil en la DO Valdeorras, ha construido su reputación internacional sobre la  base de sus vinos blancos de Godello, y ha llegado a ser el único vino español seleccionado por Jancis Robinson - Master of Wine y autoridad mundial en la materia -, en la lista de sus vinos blancos favoritos publicada en  el diario Financial Times.

Valdesil es propiedad de la familia gallega Prada Gayoso. La bodega posee un conjunto de pequeñas ‘pezas’ (fincas) en el pueblo de Portela. Destaca la ‘peza’ de Pedrouzos, el viñedo de Godello más antiguo de España, plantado a finales del siglo XIX por un antepasado de la familia propietaria. (Llegados a este punto permítanme decirles que son vinos por los que siento predilección desde que conocí la  existencia del Godello. Sucedió a  comienzos de los años ochenta, gracias a mi amigo el doctor José (Pepe) Brasa. Procedían los estupendos vinos de unas ‘pezas’ de Godello situadas en la localidad orensana de O Barco de Valdeorras, propiedad de los padres del médico. Pepe me hacia llegar ocasionalmente sus vinos blancos atlánticos (para mi gozo),  yo a mi vez, intentaba compensarle con unos interesantes tintos mediterráneos de Monastrel, que elaboraba mi padre en Yecla y Jumilla. Resulta que los Prada Gayoso - propietarios de Valdesil -, son  sobrinos de María Gayoso, que es mujer de Pepe Brasa y madre del letrado Julio Brasa Gayoso. Me encanta coincidir con el hijo del matrimonio amigo, que visita a sus primos  de Valdesil en algún evento enológico de la Capital del Reino)…  Les pido disculpas por tan extensa interpolación motivado por el asombro que - todavía a día de hoy -, me produce la calidad y potencialidad del varietal blanco gallego.

Valdesil puso desde el comienzo especial cuidado en preservar la pureza clónica de su Godello originario. De modo que las ‘pezas’ de Godello posteriores al primigenio viñedo de Pedrouzos, se plantaron empleando las ‘varas’(sarmientos), obtenidas de Pedrouzos,  para que los nuevos viñedos reprodujeran el clon original y poderse diferenciar de los otros clones de Godello de la DO Valdeorras. Posteriormente varias de estas fincas se enajenaron, quedando en poder de la familia únicamente la ‘peza’ de Pedrouzos. El reto que se propuso la bodega ubicada en Vilamartín de Valedorras (para elaborar sus  cuatro vinos blancos de finca que tiene actualmente en el mercado), fue la recuperación de sus preciadas ‘Pezas da Portela’. que culminó con una ultima adquisición de viñedo de Godello en el año 2002… Pero Valdesil da un giro copernicano a sus elaboraciones y quiere conseguir el prestigio alcanzado con sus blancos en el mercado internacional, presentándonos un excelente vino tinto de Mencía.

VALDERROA  CARBALLO 2009 Tinto D.O. VALDEORRAS

En la zona de Valdeorras - aunque en menor medida que la Godello -, también se ha cultivado tradicionalmente la variedad tinta Mencía.

Valdesil ha puesto en el mercado un vino distinto que no dejará indiferentes a los amantes de este varietal, entre los que me encuentro. La Mencía es la reina de las uvas tintas gallegas, y  alcanza niveles de auténtico ensueño en elaboraciones de viñedos del Bierzo situados en laderas imposibles de laborear. ‘Titin’ Ricardo Perez Palacios, y su tío Alvaro Palacios, han sido los verdaderos promotores de los vinos de la DO galaica, y en gran medida ‘los culpables’ de su reputación y puesta en valor.

Valderroa Carballo es un vino de viñedos viejos de Mencía de la montaña de Valdeorras mimados por el frescor del Atlántico, vendimiados  manualmente, y que sólo se elaborará en las añadas en que el  verano sea lo suficientemente largo para que la Mencía alcance la madurez necesaria; de manera que pueda obtener una equilibrada acidez, y expresar la característica mineralidad de los suelos pizarrosos donde planta sus raíces el viñedo.

Tras el proceso de fermentación de los mostos provenientes de la vendimia del año 2009, se realizó un trasiego a barricas de 500 litros de segundo uso (que habían sido utilizadas  en los vinos blancos de la bodega), para una breve crianza. El  resultado es un vino aromático, con mucha fruta,  frescura y una buena acidez. Bien armado de estructura, resulta muy sabroso. Evolucionará positivamente durante algunos años.