Este año, dos amigos míos lamentablemente han dejado de existir; sin embargo hasta el día de hoy he podido comprobar como han seguido siendo visitados por sus amistades, quienes dejan sus saludos con testimonios de agradecimientos y sus mensajes de consuelo a la familia.
Es el advenimiento de estas modernas tumbas virtuales. Punto de encuentro más allá del descanso eterno.
Tal vez esto nos haga reflexionar y nos vayamos acostumbrando a agradecerles en vida a nuestros amigos y familiares todo aquello que nunca les hemos reconocido; para que después no quede sólo como un postrero agradecimiento errante por el ciberespacio.