Un tropezón no es caída, y así se los inculcó el hoy Marqués Don Vicente del Bosque, a sus jugadores, y después de lo que fue esa derrota con Suiza en la primera jornada, España no conoció derrota.
El partido se hizo eterno para quienes esperaban en las gradas o lo veían por televisión. Cuánto más se les debe haber echo dentro del campo de juego… el juego bruto del rival que el árbitro Web ignoró, los noventa minutos y el cero a cero… las oportunidades de Villa, la tapada de Casillas a Robben… el tiempo suplementario…
Hasta el gol de Iniesta…
Ese gol que quedará en los corazones de todos, sin importar el equipo por el cual se sea aficionado. Un gol que dejó atrás a la poderosa Holanda y que cumplía el sueño postergado por tantos años de llevar la primer estrella en el pecho.
Por siempre quedará el recuerdo del gran capitán, Iker Casillas, al levantar la Copa, el llanto emocionado de todo el equipo…
Por siempre quedará el recibimiento en Madrid, y por siempre, el 11 de julio, en los corazones de todos los españoles que vibraron cada minuto con esa pasión que solo los que llevan “sangre Roja” en sus venas, pueden entender.
¡¡Salud, campeón! Y por muchos años más!!
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No(
