En el Centro Cultural de Villanueva de la Cañada, La Despernada, edificio del arquitecto Navarro Baldeweg, Sofía Tornero ocupa dos espacios: la sala Aulencia donde figura la pieza descrita anteriormente y dos obras tituladas “Devenir I” y “Devenir II”, donde la autora hace un guiño a la pintura, ya que su personaje toma un bote de pigmento rojo en sus manos.
Me gusta el color rojo como significante de energía. Las piezas aluden también a mi deseo paralelo de pintar y trabajar en la doble dimensión, además de la escultura que no dejaría nunca”.
Tornero dice que dibuja mucho antes de pasar la obra a la escultura y muestra su serie “Bagage”, tres maletas en el muro, en las que la pintura de sus emergentes, a base de óxidos figura en el exterior.
“Estoy investigando últimamente con la piedra, su fragmentación y recomposición para situarla en la pared. Quiero lograr el reto de su gravedad y ligereza al mismo tiempo, dar la impresión de no saber si se eleva con alas o desciende. Serán piedras que alzan el vuelo, será la próxima propuesta”, declara la autora.
Sofía Tornero es uno de los valores jóvenes en alza, que ha llevado a cabo diversas esculturas al aire libre para instituciones o coleccionistas privados. Su obra va a figurar en la exposición “Imagina” de nombres artísticos que destacan.