Los jefes del 'sin papeles' podrían enfrentarse a penas de entre 6 y 10 años de cárcel

Los dos propietarios de la panificadora de Real de Gandia que arrojaron a la basura el brazo de Franns Rilles Melgar, un trabajador 'sin papeles' que operaba en una máquina de amasar pan, podrían enfrentarse a una pena de entre seis y diez años de cárcel, según fuentes de la intercomarcal de CCOO en la zona.

La familia propietaria de la panificadora ha vulnerado las leyes de Delitos contra los derechos del trabajador, Prevención de Riesgos laborales y Estatuto del trabajador, lo que podría llevarles a prisión, al margen de las oportunas multas y las indemnizaciones por daños y perjuicios a las que tendrían que hacer frente tras el accidente que ha destapado que tenían a cinco empleados sin contrato ni alta en la Seguridad Social.

El responsable de CCOO en la intercomarcal de la Ribera-la Safor, José Pons, denuncia que "es muy fuerte que hayan intentado taparlo todo", pero lo es aún más que esta práctica ilegal de tener a trabajadores sin contrato se dé "en muchas empresas".

El sindicato conoció el caso de Franns Rilles, denunciado por su hermana, por familiares de este ciudadano boliviano, mientras que los jefes de Rilles reconocen que tiraron a la basura el brazo al considerar que "estaba en muy malas condiciones" y admiten que tenían trabajando a personas sin ningún tipo de contrato.

Los empresarios llegaron a decir a la prensa que el chico accidentado estaba "borracho", pero los análisis que se le practicaron al ingresar en Urgencias, antes de ser intervenido, determinaron que no se encontraba bajo los efectos del alcohol. Cualquier cosa para tapar una realidad escandalosa que ha sacado a la luz la situación de al menos cinco operarios que trabajaban 11 horas al día a cambio de 23 euros por jornada. Sin contrato y sin ningún tipo de derechos laborales.