Reinauguraron el Museo Nacional de Bellas Artes

Este fue inaugurado en 1896, y estaba ubicado en lo que son hoy las Galerías Pacífico pero fue mudado en 1932 a su actual sede; con reformas edilicias a cargo del arquitecto Alejandro Bustillo, quien le dio la misma impronta de los museos europeos, que era primar el no cansancio visual ni físico del visitante. En 1960 se edificó un anexo. En 1980 se inauguró la sala más amplia del museo, con 1.536 m2, que actualmente alberga la colección de Arte Argentino del siglo XX. En 1984 fueron concluidas las obras del segundo piso, que incluyeron diferentes departamentos técnicos y administrativos y las dos terrazas de esculturas. Actualmente el museo cuenta con 34 salas de exhibición, 24 ubicadas en la planta baja (2.000 m2), 8 en el primero (2.200 m2) y 2 en el segundo (410 m2). En la planta baja puede encontrarse una biblioteca especializada en arte, con un patrimonio de 150.000 volúmenes; mientras que en el primer piso fue construido un auditorio de 320 m2, donde se realizan diferentes actividades artísticas. El patrimonio del museo alcanza en la actualidad 12.713 obras, (que comprenden pinturas, esculturas, tapices, grabados, dibujos y objetos) de las cuales se exhiben menos de 700.  se encuentran obras  de Rembrandt, Rubens, Degas, Renoir, Cézanne, Morandi, El Greco, Rodin, Marc Chagall entre otros mundialmente reconocidos del arte.

Asimismo se encuentran obras de destacados pintores y escultores argentinos como: Cándido López, Castagnino, Benito Quinquela Martín, Fernando Fader, Ceferino Carnacini, Xul Solar, Juan Carlos Fallocchotto, Emilio Pettoruti, Thibon de Libian, Lucio Fontana, Lino Enea Spilimbergo, Carlos Alonso, Raquel Forner, Prilidiano Pueyrredón, etc.

En la reforma actual, se podría decir: mismo edificio, mismas obras pero con un toque de pureza edilicia que, al sacar paneles divisorios y paredes, amplía la vista del visitante y deja ver el magnánimo y magnífico caudal de obras de relieve que hay en los salones.

Al tener una mayor perspectiva por no tener nada que bloquee la visión, desde lejos se pueden apreciar en mayor dimensión las obras de tamaño importantísimo que hay expuestas. Guillermo Alonso, director ejecutivo del MNBA, impulsó este nuevo diseño, financiado por American Express, que contempla un diálogo entre la arquitectura y las obras, subrayado por los colores de las salas que funcionan como un tema en sí mismo.

El equipo del museo y el historiador Roberto Amigo sumaron esfuerzos y talento en una puesta maravillosa de alto valor simbólico, pues integra arte argentino y arte internacional, desde el siglo XII hasta las postrimerías del XIX. Han colocado en la planta baja obras emblemáticas como El despertar de la criada , de Sívori; La vuelta del malón , de Della Valle, y Sin pan y sin trabajo , de De la Cárcova. Basta recorrer las salas de pintura impresionista (Sisley, Van Gogh, Gauguin, Pisarro) o de pintura española (Sorolla, Anglada Caramasa, Iturrino y Rusiñol) para confirmar que esta colección magnífica y bien colgada no tiene parangón en la región.

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