Rubalcaba abandona el Gobierno y se centra en su papel de candidato

Se han cumplido 'sus' tiempos políticos, los fijados por el propio Pérez Rubalcaba que es quien, sin duda, está manejando ya directamente la agenda política del Gobierno y del Partido Socialista. Un día antes de su proclamación a lo grande, en el recinto ferial de IFEMA, Rubalcaba le ha dicho a Zapatero que se va, que deja el Gobierno, que se instala en la sede Ferraz para preparar una campaña electoral dificilísima para el Partido Socialista: "No existe ninguna incompatibilidad legal ni política entre el Gobierno y la candidatura de un partido",  dijo Rubalcaba en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, pero recordó que ya dijo que abandonaría el Gobierno "en el momento en que sintiera" que su "compromiso como candidato" le "dificultara" su tarea en el Ejecutivo. Y "ese momento ha llegado".

"No voy a estar en condiciones de dedicarle al Gobierno todo el esfuerzo que el Gobierno exige", ha dicho Rubalcaba, porque "no es compatible con el cargo que mañana voy a aceptar". Eso sí, el ya 'candidato Rubalcaba' sigue 'sin comprender' por qué un vicepresidente tiene que dimitir para ser candidato y, sin embargo, no es la misma situación para un presidente, que manda mucho más, o un alcalde o un concejal. Pero parece que 'ha comprendido' que la situación electoral es muy mala, que se va a tener que dejar en unos pocos literalmente la piel para intentar dar un vuelco a las encuestas y que no va tener tiempo para coordinar desde la Vicepresidencia toda la labor del Gobierno.

¿Una crisis para arrojar lastre por la borda?
Que Rubalcaba se iba era una obviedad, sólo quedaba saber cuándo, pero ahora se abre la incógnita de verdad. ¿Quiere Zapatero convocar elecciones anticipadas como le pide una parte del partido o, por el contrario, piensa aguantar hasta marzo de 2012, apurando la legislatura? La respuesta a esa pregunta va a marcar lo que ocurra en las próximas horas en el seno de Ejecutivo y Rubalcaba, claro, no estaba por la labor de responder a algo que, según él, le compete exclusivamente al presidente del Gobierno.
Pero la pregunta es pertinente, porque si la respuesta es que Zapatero quiere llegar hasta marzo de 2012, en el Partido Socialista ya hay voces que le piden que haga una auténtica crisis de Gobierno y no sólo una simple remodelación para sustituir a Rubalcaba. Es decir, le piden que suelte lastre, que suprima algún Ministerio y que, desde luego, dé puertas a aquellos ministros(as) absolutamente quemados y contra los que el PP de Rajoy tiene apuntada toda su artillería pesada.

Si Zapatero escucha a estas voces internas, la crisis podría ser de envergadura, y no se pararía en la Vicepresidencia Primera, la Portavocía del Gobierno y el Ministerio del Interior. Pese a las insistentes preguntas de los periodistas, Rubalcaba ha hecho de pared de frontón: pelotas fuera. Pero la rumorología se ha extendido de tal manera que se pone en la picota a la Vicepresidencia Tercera -el 'lastre' de Manuel Chaves por todos los affaires en Andalucía-, el Ministerio de Asuntos Exteriores -supuesta salida de Trinidad Jiménez, que tiene soliviantado a toda la carrera diplomática-, el Ministerio de Cultura -poner fuera de juego a Ángeles González-Sinde, uno de los lastres más pesado y onerosos para el Ejecutivo-, y el Ministerio de Sanidad y, posiblemente, el de Justicia, en el caso más que improbable -es una locura que algunos socialistas dicen- de que Caamaño sustituya a Rubalcaba en Interior.

Una locura esa última como decimos; un nombre que suma a los del actual secretario de Estado, Antonio Camacho -poco probable por el 'caso Faisán'-, al del director general de la Policía, Francisco Javier Velázquez, o, incluso, al del consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, un hombre de la máxima confianza de Rubalcaba.

"Le corresponde al presidente"
En su despedida, el todavía vicepresidente no ha aclarado nada de lo anterior, porque -dice- no es a él a quien corresponde fijar cuándo en concreto dejará todos sus cargos institucionales. Se trata de una decisión que "le corresponde al presidente" Rodríguez Zapatero, y ha apelado a su forma de entender los "tiempos y las formas" en la actividad política para no entrar en materia espinosa.
"Me siento cómodo con lo que he hecho porque sé que es lo que tengo que hacer", dice Rubalcaba, que también prefiere no pronunciarse sobre si el próximo miércoles comparecerá a la sesión de control del Gobierno en el Congreso como lo ha hecho hasta ahora, es decir, como vicepresidente, o simplemente como diputado.