En 1974 Ballesteros se convirtió en jugador profesional y en ese mismo año se apuntó sus dos primeros títulos, el Campeonato Nacional Sub-25, en el que repitió victoria un año después, y el Open de Vizcaya. Con tan sólo 19 años, el golfista español ganó trofeos de relevancia como el Lancome, el Open de Holanda o el Campeonato del Mundo, recibiendo el galardón al mejor jugador europeo del año.
La fama de Severiano comenzó a crecer en Estados Unidos y Gran Bretaña. Su enorme calidad le fue reconocida con la Orden del Mérito Británico. El cántabro se vio obligado a abandonar la práctica del golf durante un tiempo debido a la realización del servicio militar y se reincorporó a la misma en 1978, año en el que se alza con los Open de Kenya, Greensboro, Alemania, Escandinavia, Suiza y Japón. Además del Martini Internacional y el Campeonato de España Sub-25. Los éxitos del español no cesaron y en 1979 se convirtió en el ganador más joven del Open Británico. Tan sólo un año después añadió a su palmarés el prestigioso Masters de Augusta, entre otros logros.
En las dos temporadas siguientes, con algún que otro altibajo, Seve logró el Open de España, el Open de Escandinavia, el Campeonato de la PGA de Australia, el Dunlop japonés, el Mundial 'Match Play', el Master USA y los trofeos de Lancome, Wetchester Classic, Sun Alliance PGA, Sun City Challenge y el Open de Irlanda.
En 1984 Ballesteros volvió a repetir victoria en el Open Británico, el torneo de Sun City y su tercer Match Play. En 1985 tuvo que conformarse con la victoria en el Campeonato de España, la Ryder Cup y los Open de Nueva Orleans, Irlanda, Francia, Sanyo y España. El Master Europeo fue su trofeo más importante en 1986, junto a los Open de Irlanda, Montecarlo, Francia, y Holanda, y el trofeo Lancome.
En 1987 Severiano presentó el primer campo de golf diseñado por él, que se construyó en Chiclana de la Frontera (Cádiz). Aún así, el golfista tuvo tiempo para alzarse con cuatro primeros puestos (APG Larios, Open de Cannes, Ryder Cup y el Campeonato de España de Profesionales). El Open Británico volvió a ser suyo un año más tarde; también salió victorioso en el APG Larios, Open de Baleares, Harrison (Estados Unidos), Escandinavia, Alemania y París, y el torneo White and Mackay Champions Challenge.
El 25 de noviembre de 1988 contrajo matrimonio con Carmen Botín O'Shea, hija de Emilio Botín Sanz de Sautuola, de la que se separó en 2004 tras 16 años de matrimonio y tres hijos en común. En el año 1989 consigue la victoria en el Master europeo y a su vez es galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. El cántabro se vio obligado desde finales de los 90 a practicar el golf sólo esporádicamente debido a sus problemas de espalda, reanudando su carrera en el Madrid Open de 2005. Mientras tanto, en el año 2000 creó el Seve Trophy, torneo que enfrentaba un combinado de las Islas Británicas con la Europa continental. Ballesteros fue el capitán del equipo europeo vencedor en la Ryder Cup de 1997 y del equipo europeo en el Royal Trophy desde su creación.
En marzo de 2007 su pareja sentimental, Fátima Galarza, falleció en accidente de tráfico. Poco después, el 16 de julio de 2007 anunció su retirada definitiva como golfista.
El gran icono del golf español
“Severiano Ballesteros ha constituido un ejemplo de genio, determinación y perseverancia a lo largo de toda su vida”. Así ha despedido al gran golfista español de todos los tiempos el presidente de la Real Federación Española de Golf, Gonzaga Escauriaza, a través de un comunicado. “Su pérdida -añade- nos produce una gran tristeza, un hueco que no será posible rellenar porque Severiano Ballesteros ha sido una persona única e irrepetible. Es nuestro deber valorar como es debido sus hazañas y trasladar a las generaciones futuras su enorme grandeza porque nos ha dejado un legado extraordinario”.
Entre las hazañas del "gran icono del golf español" se encuentra, en primer lugar (y quizá la mayor de su vida) haber afrontado un tumor cerebral del que le operaron hace tres años. Pero también el haber acercado el golf al gran público. “Severiano Ballesteros se empeñó desde siempre en convertir al golf en un deporte de masas y despojarlo de esa incomprensión que lo rodeaba en la etapa en la que curiosamente él conseguía sus mayores gestas. Hay que reconocer que si ahora estamos donde estamos, que si el golf español es un deporte popular con una base social de más de 330.000 personas, se debe en gran parte a Severiano Ballesteros”, asegura Gonzaga Escuariza.
“Severiano hizo mucho por el golf español y el europeo, con sus innumerables triunfos internacionales, con su empeño en traer la Ryder Cup a España en 1997 y con su insistencia en compaginar torneos en América y en Europa para relanzar el Circuito Europeo en una época en la que atravesaba muchas dificultades. Todos le debemos mucho”, concluye el presidente de la federación.
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