Keiko apela a votantes de PPK y apuesta por su perfil de candidata joven con experiencia política

Si bien el nacionalista partió con ventaja con miras a la segunda vuelta del 5 de junio, se prevé una larga y reñida contienda. A su favor, Keiko cuenta con que Pedro Kuczynski, tercero en las elecciones del domingo, con un 18,5%, dijo que jamás votaría por Humala, aunque Alejandro Toledo (cuarto con 15,6%) dejó claro que no apoyaría a la abanderada de Fuerza 2011.

Según el diario limeño La República, además de apelar a quienes decidieron a última hora su voto, Keiko tocará la puerta de PPK, pero también la del ex alcalde de Lima Luis Castañeda, quinto en la elección, con 9,8%. En una muestra de astucia, tras las elecciones la candidata resaltó "la campaña tan creativa del señor Kuczynski".

De acuerdo con el diario Perú 21, el jefe de campaña de Keiko, el ex presidente del Consejo de Ministros Jaime Yoshiyama se opone junto a miembros de la cúpula de Fuerza 2011 a entablar alianzas que implicarían concesiones.

Según analistas, para segunda vuelta, la candidata tomaría distancia de su cuestionado padre. Ello, para revertir el rechazo que genera la mención de Fujimori, quien cumple una pena de 25 años por delitos de lesa humanidad. Así, invitará a independientes para que la respalden. Y en una estrategia para aplacar las críticas sobre la sombra de su padre en su eventual gobierno, Keiko ha insistido en que "si soy elegida presidenta, las decisiones las voy a tomar yo".

Voz y estilo propios

De hecho, Keiko ha destacado que en 2000, cuando tenía 24 años y era primera dama, se opuso a la segunda reelección de su padre. "Después le solicité que no renunciara desde Japón y me quedé en Perú", dijo a Reuters.

De llegar al Palacio Pizarro, Keiko lo haría con 36 años, la misma edad con la que Alan García asumió en 1985, convirtiéndose en el presidente más joven de Perú. Pese a su edad, Keiko posee experiencia política. En 1990, con 14 años, ayudó a su padre a recolectar firmas para formar el partido Cambio 90 y estuvo a su lado en los dos últimos mítines de la campaña en Arequipa y Cuzco, que resultaron claves para su triunfo sobre Mario Vargas Llosa. Después, en 1994, con 19 años, asumió como primera dama tras la separación de sus padres. Keiko se mantuvo en su cargo hasta 2000, cuando se desplomó el régimen fujimorista. Luego de la huida de su padre a Tokio, asumió la herencia política de Fujimori en Perú. De esta manera, en 2006 se convirtió en congresista y en la jefa del fujimorismo.

Sin embargo, en ese cargo se ganó duras críticas por sus largas ausencias en el Congreso, primero por una licencia que solicitó para concluir sus estudios en EEUU y luego por su maternidad. También por los escasos proyectos de ley que ha presentado. De todos modos, ha mantenido intacto su poder de convocatoria y ha sorteado una serie de denuncias.

Según analistas, parte de su éxito radica en su personalidad, pero también en haber centrado su plan de gobierno en mantener el crecimiento y llevar la bonanza económica a los pobres. En ello, la ayuda su perfil profesional, por poseer un máster en Administración de Empresas en Columbia.

En los próximos días, Keiko retomará su campaña en el sur, donde Humala se impuso ampliamente. En la primera vuelta, Fujimori obtuvo un alto apoyo en el norte y en Lima, donde se espera que se dé la principal batalla del balotaje.