El Cuerpo si lo cuidas, te puede durar toda la vida (XVII)

Concordará conmigo que si desde hace algún tiempo, hubiese adoptado la sana costumbre de hacer ejercicio físico regular (además de caminar hasta el coche), posiblemente hoy no estaría lamentándose cada vez que se mira al espejo o intenta probarse la ropa del último verano. Lo hemos dicho muchas veces, los kilos no perdonan y cuando se ceban con alguien lo hacen con un ensañamiento digno de mejor causa y sin ninguna compasión.

De manera que decídase por hacer algo ya que aún estamos a tiempo, si quiere lucir mejor para este verano en la playa o piscina. No hay que echarse a morir y menos, conformarse con que todo está perdido. Nada de eso es cierto. Si se decide ahora mismo, antes del próximo Julio, puede estar en forma y disfrutará de una buena temporada veraniega. Anímese; no todo es tan negativo como ahora mismo, lo ve.

Tenga también en cuenta, que no es fácil comenzar una rutina regular de ejercicios, máxime si Ud. nunca ha sido aficionado a ello. Como en todo lo que se comienza casi por obligación o necesidad, sentirá ganas de dejar todo como está y no volver sobre el asunto pero es aquí precisamente, cuando Ud. no debe claudicar.

Si ya ha reconocido que su cuerpo necesita un arreglo, el primer paso positivo está dado porque cuesta mucho tener el valor para reconocer derechamente, que estamos gordos, faltos de forma o en el peor de los casos (que los hay), hechos una auténtica ruina a causa de los kilos que nos sobran por todas partes.

Si consigue superar esta etapa lo que enseguida venga, puede ser más fácil porque actuará con el acicate para cambiar su situación de manera que comience por hacerse un análisis frío y sobre todo, honesto, de cual es su real estado físico.

En términos generales, lo más probable es que su problema se reduzca a exceso de peso, rápida fatiga ante cualquier actividad fuera de lo normal, para lo cual Ud. se autodisculpará interiormente con todas esas excusas que en repetidas oportunidades, hemos señalado en estas mismas páginas.

No se deje convencer por estas disculpas internas. No hay excusa para ser un gordo(a) aunque a Ud. le guste en demasía comer, beber y descansar. Si éste es su caso, es más recomendable entonces, mantenerse bien para conseguir una mejor calidad de vida.

El buen tiempo juega a su favor…

Si bien en determinadas circunstancias el buen tiempo puede ser su peor enemigo, (si está falto de forma se notará más en verano que en invierno), también puede transformarlo en un aliado para sus propósitos de mejorar su aspecto físico. Aproveche la mayor cantidad de horas de luz para salir a caminar, trotar, correr o andar en bicicleta, actividad esta última que está idealmente recomendada a toda edad y en cualquier condición normal de salud.

Así como para la práctica del jogging por ejemplo, es preciso tener un buen aguante, para andar en bicicleta, el esfuerzo requerido es mucho menor y en términos comparativos, a igual esfuerzo y tiempo empleados, se obtienen mayores beneficios con la bicicleta que con el jogging o trote, de varios kilómetros.

La bicicleta tiene la ventaja de poner en juego todos sus músculos sin el maltrato del jogging ya que una práctica inadecuada de esta modalidad deportiva, puede acarrearle dolores o lesiones en articulaciones de rodilla o tobillos además de tirones musculares en pantorrillas o muslos.

La bicicleta es aeróbica y por tanto, produce un acompasado juego de todos sus músculos y de la respiración, lo cual resulta muy provechoso para la irrigación sanguínea de todo su cuerpo.

Si tiene posibilidades de disfrutar de la bicicleta hágalo tres veces por semana aumentando de manera gradual la duración de sus paseos. Verá como al cabo de un par de semanas habrá conseguido vencer el cansancio feroz de los primeros días y notará como lentamente, su organismo comienza a readecuarse al esfuerzo físico que Ud. le está imponiendo.

Para Ud. amiga lectora, la bicicleta será su mejor y más rápida manera de conseguir unas piernas firmes y unos muslos vigorosos y hasta puede, suponiendo que sea su caso, que una incipiente y temida celulitis, se quede sólo en eso, una mera posibilidad. Si no puede salir a pasear en bicicleta por residir en una zona urbana sin los mínimos de seguridad vial recomendables, una bicicleta estática es una excelente alternativa  y tiene la ventaja de no complicarle con bajar y subir la bicicleta desde/a su domicilio si Ud. por ejemplo, vive en la décima planta de un edificio en pleno corazón de la ciudad.

En su caso amigo lector, la bicicleta le dará vigor y energía para subir escaleras o caminar más rápida y ágilmente.

Piense en el verano, en el tiempo que puede pasar al aire libre, sin tener que preocuparse por disimular tripa y michelines. De verdad que vale la pena. ¿Porqué no lo intenta? Será hasta la próxima..