Viaje del Papa al Oriente Medio no será el mismo de Juan Pablo II

El viaje sigue los lineamientos de la histórica peregrinación de su antecesor Juan Pablo II en el 2000 a Jordania, Israel y los territorios palestinos, incluyendo escalas vinculadas con acontecimientos bíblicos y la vida de Cristo.

Sin embargo, las condiciones de la visita del pontífice alemán son ahora muy diferentes, puesto que Juan Pablo II, que nació en Polonia y creció bajo la sombra ominosa de Auschwitz, visitó el Muro de los Lamentos y dejó una nota escrita en la que se disculpó por el antisemitismo de algunos cristianos.

En su papado de cuatro años, Benedicto XVI ha enfurecido a musulmanes y judíos, primero con un discurso en el que vinculó el profeta Mahoma con la violencia y después cuando levantó la excomunión a un obispo que negó el genocidio judío.

Un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos que pareció alcanzable en momentos de la visita de Juan Pablo II se ha demostrado elusivo. El viaje de Benedicto XVI fue puesto en duda después que un cardenal del Vaticano dijo este año que la Franja de Gaza durante un ataque militar israelí semejaba "un enorme campo de concentración".

El vocero vaticano Federico Lombardi dijo que el hecho de que el viaje tenga lugar es en sí "un indicio de paz" de que el Papa puede contribuir a la reconciliación en el Oriente Medio. "Había quienes después del conflicto de Gaza se preguntaban si el viaje tendría lugar", dijo el portavoz a la prensa esta semana.

La escala jordana será la primera visita de Benedicto XVI como Papa a un país árabe, aunque hace tres años visitó Turquía, nación de mayoría islámica.

Al dirigirse a jordanos, israelíes y palestinos durante su audiencia general del miércoles, el pontífice dijo que compartía sus aspiraciones y esperanzas como también sus tribulaciones. "Estaré entre ustedes como un peregrino de la paz", les anticipó.

El rey jordano Abdulá II, que recibirá personalmente a Benedicto XVI, dijo el martes en una entrevista con un diario italiano que esperaba que el visitante fuese una figura de paz.

No obstante, la poderosa Hermandad Musulmana exigió que Benedicto XVI se disculpe por su discurso de septiembre de 2006, en el que citó un texto medieval que caracterizaba algunas de las enseñanzas de Mahoma como "malignas e inhumanas", particularmente "su orden de propagar la fe por la espada".

El pontífice ya manifestó que "lamentaba profundamente" la reacción que causó su discurso y aseguró que el pasaje que citó no reflejaba su propia opinión.