"Donde arde el alma" es la primera novela histórica escrita sobre este santo franciscano, nacido en Alcántara (Cáceres), cuya vida de entrega, penitencia y reforma espiritual dejó una profunda huella en el siglo XVI español y en toda la tradición franciscana. La obra se sumerge en los conflictos internos del personaje, sus visiones, su austera vida, su influencia en figuras como Santa Teresa de Jesús, y el contexto histórico y religioso de una España marcada por el fervor místico y las tensiones reformistas.
Con su habitual rigor histórico y sensibilidad literaria, Ramos Rubio rescata del olvido narrativo a un hombre que, más allá de su canonización, representa un símbolo de espiritualidad extrema, humildad y reforma.
San Pedro de Alcántara (1499 – 1562) fue un religioso franciscano nacido en Alcántara, Cáceres. Desde joven mostró una profunda vocación religiosa, ingresando en la orden franciscana, donde destacó por su vida de ascetismo extremo, oración constante y renuncia absoluta a los placeres terrenales.
Fue un importante reformador dentro de su orden, promoviendo una vuelta a la pobreza y a la austeridad originales del franciscanismo. Fundó conventos donde se vivía bajo estrictas normas de recogimiento, silencio y penitencia.
San Pedro de Alcántara tuvo una estrecha relación con Santa Teresa de Jesús, a quien apoyó en su reforma del Carmelo. Santa Teresa siempre lo consideró un santo en vida y dejó testimonio de sus virtudes en sus escritos.
Murió en 1562 en Arenas de San Pedro (Ávila), y fue canonizado en 1669 por el papa Clemente IX. Es considerado patrono de los confesores y de Extremadura, y su figura sigue siendo venerada como ejemplo de vida contemplativa y radical entrega a Dios.