Además, muchas personas encuentran muy útil aprovechar los beneficios que explican en empresas inactivas, sobre todo a la hora de acelerar todo el proceso y proyectar una imagen sólida ante clientes o bancos. Viendo cómo va el mercado, hay oportunidades que solo puedes atrapar cuando puedes saltar directamente a la acción, sin esperar meses interminables.
¿Cuáles son las ventajas de comprar una empresa ya constituida?
No es solo cuestión de velocidad, aunque esto pesa. Quien opta por esta vía suele ver que las ventajas son tan palpables como abrir una puerta sin tener que construir todo el edificio antes. A veces el ahorro de tiempo es una bendición; pero, aunque no siempre se diga tan claro, el verdadero truco está en otros detalles que se notan solo cuando te lanzas de verdad.
Acelera el inicio de tu actividad
Aquí va lo directo: el gran atractivo es la rapidez. Saltarse trámites que parecen no terminar nunca (notaría, registro, mil papeles fiscales) puede representar la diferencia entre atrapar ese contrato apetitoso o quedarte esperando como quien hace fila eterna en la administración. Por otro lado, no olvides que hay sectores donde esperar es perder, así de simple.
Proyecta una imagen de solvencia y antigüedad
La historia importa y una empresa con cierto recorrido genera automáticamente más confianza y solidez. Bancos, proveedores y clientes suelen mirar con mejores ojos a quien parece estar en el mercado desde hace tiempo, incluso si en realidad no ha hecho grandes movimientos. Esto puede ser especialmente útil en concursos o licitaciones donde la juventud empresarial rara vez suma puntos. Por cierto, también hace que conseguir financiación sea menos cuesta arriba, ya que presentas un historial, aunque sea muy básico.
Optimiza los costes iniciales
Hablar de dinero siempre pone las cosas en perspectiva. Comprar una sociedad inactiva suele ser más barato que armarla desde cero porque los dolores de cabeza en forma de gastos (notaría, Registro Mercantil, publicación en el BORME) ya están liquidados. Así, puedes enfocar tu dinero en hacer crecer tu negocio sin distraerte en burocracia.
¿Qué pasos debo seguir para adquirir una sociedad inactiva de forma segura?
Claro, conseguir una buena base ahorra tiempo y recursos, pero el camino debe recorrerse con mil ojos. Si actúas con la ligereza de quien no mira, podrías heredar más problemas que soluciones. Aquí, el consejo de expertos es valioso, casi imprescindible, para no meter la pata.
La fase de verificación previa a la compra
No hay atajo posible en la verificación, casi como un detective privado antes de cerrar cualquier trato. La auditoría previa es lo único que te separa de encontrarte con sorpresas desagradables escondidas bajo la alfombra.
-
Revisión legal y fiscal: Este paso es el hueso duro de roer. Hay que asegurarse de que la sociedad no arrastra deudas con Hacienda, la Seguridad Social o cualquier otro acreedor, solicitando los respectivos certificados. No hacerlo es casi como meterse en el mar sin saber nadar.
-
Análisis documental: Revisar los libros contables y estatutos es como examinar la mecánica de un coche usado antes de comprarlo. Además, conviene comprobar si hay restricciones para traspasar participaciones o conflictos legales en camino.
¿Qué documentos son imprescindibles revisar?
-
Certificados de estar al corriente con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social.
-
Libros contables y fiscales, porque los papeles nunca mienten.
-
Estatutos de la sociedad, atención a las restricciones camufladas.
-
Poderes otorgados y posibles compromisos previos, no vaya a ser que firmes más de lo que entiendes.
El proceso de formalización y puesta en marcha
Cuando todo está comprobado y la empresa parece segura, toca formalizar el cambio y prepararse para la acción. Aquí nadie te libra de ciertos trámites, pero al menos todo avanza a velocidad de crucero.
-
Acuerdo de compraventa: Hay que pasar sí o sí por el notario para que todo quede oficializado en escritura pública.
-
Inscripción en el Registro Mercantil: Hacer el cambio de socios y administradores es clave para evitar arrastrar responsabilidades del pasado.
-
Reactivación de la actividad: Infórmate muy bien para actualizar el epígrafe del IAE (el Impuesto de Actividades Económicas) y solicita las licencias que harán falta para, ahora sí, arrancar fuerte.
Comparativa: Crear una empresa vs. Comprar una inactiva
Para entenderlo casi de un vistazo, aquí tienes una tabla donde se ve perfectamente en qué se parecen y diferencian ambas alternativas.
Característica
Crear una empresa desde cero
Comprar una empresa inactiva
Costes iniciales
Notaría, Registro, tasas, BORME
Coste de adquisición (suele ser menor)
Acceso a financiación
Más complicado al inicio
Potencialmente más sencillo
Para quienes valoran moverse rápido y no quieren empezar cada vez desde el punto de partida, la compraventa de sociedades inactivas es toda una jugada maestra. El tiempo que ganas te permite centrarte en hacer avanzar el negocio, saltando por encima de algunos obstáculos que frenan a quienes comienzan desde cero. Ahora, no todas son buenas noticias: si cometes un error en la comprobación o los papeles están sucios, el camino fácil se convierte en un laberinto de problemas. Por eso, la clave está en no bajar la guardia y revisar todo como lo haría quien va a invertir sus propios ahorros. Con cuidado y sentido común, esta fórmula se convierte en un trampolín estupendo hacia tu próximo proyecto.
(CN-07)