Angelina Orsolich, hija pequeña de Armando y María, de exquisita sensibilidad, generosidad y educación. En aquella época la educación de todas las clases sociales era formidable, pero sobre todo la de la clase media.
Germán Ubillos, teniente de regulares durante la guerra civil y aguerrido empresario en la ápoca de paz, se instaló en la calle de Pontejos en un precioso almacén de mercería de tres plantas, regentado por él y por su socio Francisco Paúl Cid, para mí también inolvidable.
Nos dieron un tren de vida formidable, viajábamos con frecuencia y cambiábamos de coche muy a menudo, disponíamos de dos sirvientas que eran consideradas como de la familia.
Soy y espero, como creyente, en la promesa de nuestro señor Jesucristo, que nos reuniremos con ellos más allá de la muerte, con mi hermano Enrique y mi hermana Mercedes que ya estarán con ellos.
Adjunto una foto y reportaje sobre San Lorenzo de El Escorial donde mi padre (papá) compro un piso precioso con unas vistas inigualables, que amuebló ángel Molina, el mueblista del teatro Real de Madrid.