Nacido en Castuera, Mateo Luxán cursó estudios de Derecho en la Universidad de Salamanca, donde obtuvo el grado de bachiller en Derecho Civil. Tras completar su formación con los años de pasantía, se instaló en Madrid, donde ejerció como abogado y alcanzó el cargo de relator del Consejo de Castilla y de la Sala de Indias y Mil Quinientos, en una etapa de profundos cambios políticos y sociales.
Firme opositor a la invasión napoleónica, su compromiso con la causa nacional le valió ser perseguido y llevado a Bayona, aunque logró escapar y regresar a su localidad natal. En Castuera se destacó por su resistencia activa contra los franceses, convirtiéndose en una figura central del patriotismo extremeño.
Su prestigio y convicciones liberales lo llevaron a ser elegido diputado a Cortes en 1810 por la provincia de Extremadura. En las recién inauguradas Cortes de Cádiz, ejerció durante cuatro meses como secretario y participó activamente en numerosas comisiones, entre ellas la de Reglamento de las Cortes y otras vinculadas al sistema judicial. Su brillante desempeño se manifestó en la redacción del primer decreto aprobado en 1810 y en su papel fundamental en la abolición de la Inquisición, una causa por la que intervino en 149 ocasiones.
El libro de Ramos Rubio y Pérez Mena no solo documenta con rigor la biografía de Luxán, sino que también lo sitúa en el contexto de los diputados doceañistas, hombres que sentaron las bases del constitucionalismo liberal español. Lamentablemente, su vida se truncó prematuramente el 30 de octubre de 1813, víctima de la epidemia de fiebre amarilla que asoló Cádiz, llevándose también la vida de varios de sus compañeros de lucha parlamentaria.
Este nuevo volumen constituye un valioso aporte historiográfico que rescata del olvido a un protagonista decisivo del primer liberalismo español, y reafirma el compromiso de sus autores con la divulgación de la historia extremeña y nacional.
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