Sinfonía de experiencias, nos devela su transitar por la vida, por el mundo de la música, y también la fragilidad de un ser humano con éxitos y derrotas, admiración, frustraciones, anécdotas y chascarros. Roberto Scherson no adopta la pose de un eximio -aunque lo sea- sino que hace natural lo difícilmente alcanzable.
De estas páginas se deprende un imperativo mensaje dedicado a las y los jóvenes aficionados a las artes musicales -y a otras artes también- para dar el paso sin temor en busca de la realización de sus sueños juveniles.
Explica el porqué de esta obra con una clara aseveración: “No tengo ambición de dejar ningún legado, pero si me gustaría que este libro sirva para ser más afamado, y quizás para algún aspecto de la música”.
Esa frase refleja sin dudas el sentir de este original embajador musical por el mundo. Un chileno de 67 años, avecindado desde sus 21 en cualquier lugar del planeta, principalmente en Francia.