El acto tuvo una amplia participación de colectivos, que acudieron con sus vistosos trajes de ceremonia. Cada una de las cofradías tuvo su turno ante el micrófono para explicar su historia, los fines que persogue y las actividades realizadas. El redactor José Luis Pérez entregó a cada presidente un diploma acreditativo, junto con el alcalde de Puente Viesgo, Óscar Villegas.
Se distinguió a El Respigo, Anchoa de Cantabria, Cocidos de Cantabria, Bonito del Norte, Aguardiente de Orujo y Vino de Liébana. Tomate y Pimiento de Ampuero, Nécora de Noja, Limón de Novales, Nacimiento del Ebro, Zapico, Asociación de Catadores Umami y Academia Cántabra de Gastronomía.
Tras los reconocimientos todos los miembros de las cofradías acudieron al jardín del hotel-balneario para hacerse la foto de familia.
Las cofradías gastronómicas datan de principios de la Edad Media, según reconocen algunos autores, y fueron creadas para promocionar un producto alimentario de una zona concreta o para dar a conocer la cultura gastronómica de una tierra.
Sus fines son el promocionar, defender la denominación de origen, establecer lazos de fraternidad, organizar eventos y actividades , así como defender la historia, la tradición y la forma de hacer del producto que ensalzan.