No se sabe, con seguridad de dónde viene el nombre de Aysén, dándose versiones para todos los gustos, procedentes de las lenguas prehispánicas que allí se hablaban, haciendo referencia a su orografía de fiordos, lagos y lugares llenos de agua. Incluso la referencia más singular y desde luego la menos ortodoxa, lo asocia a Robert FitzRoy, comandante la nave HMS Beagle que llevó a Charles Darwin a dar la vuelta al mundo, y que, al llegar allí, procedente de Tierra de Fuego, exclamó «Ice end!» (el fin de los hielos) de donde fonéticamente se deduce, con perdón de los filólogos, el nombre de Aysén. En cuanto al “apellido”, la segunda parte del nombre, General Carlos Ibáñez del Campo es mucho más sencillo de referenciar, ya que homenajea a un presidente de la República de Chile (nacido en 1877 y fallecido en 1960), fundador de una serie de instituciones que modernizaron el país y el gran impulsor de su crecimiento. La región de Aysén fue uno de los últimos territorios que se incorporaron a la República de Chile.
Aysén fue durante mucho tiempo un enclave de loberías, refugios de lobos marinos que venían aparearse y a reproducirse, pero la creación a mediados del siglo pasado de salmoneras, que se han convertido en el motor económico de la región, los ha desplazado.
La compañía chilena Naviera Detroit S.A. cuyo campo de actividad tenía su núcleo en los astilleros en Puerto Montt, diversificó su actividad erigiéndose como promotora del turismo de la región al establecer el hotel Loberías del Sur en la localidad de Chacabuco desde el que acceder a los distintos atractivos de la región, principalmente a la emblemática laguna de San Rafael cuyo acceso hasta ese momento requería de varios días de navegación para alcanzarla.
El Hotel Loberías del Sur, en Puerto Chacabuco, presenta unas modernas instalaciones que disponen de 60 habitaciones y cuatro salones para eventos y conferencias, que se postulan para incentivos y reuniones lúdicas de empresa en un entorno privilegiado y aún no agobiado por el turismo. Loberías del Sur presenta una extraordinaria oferta turística de excursiones a Parques Nacionales para lo que cuenta con una flota de transportes marítimos y terrestres que llevan a destinos espectaculares.
Invita a conocer a historia de Aysén siguiendo las campañas que llevó acabo el militar y almirante de la Marina de Chile, Enrique Simpson quien en 1870 exploró los archipiélagos de las Gualtecas y de los Chonos, internándose por el río Aysén para hacer los primeros planos. Reconoció la península de Taitao, el río Huemules (Simpson) y los canales Pulluche, Moraleda, Ninualac y Darwin. Sus trabajos hidrográficos continuaron hasta 1874 quedando levantados planos de toda la región insular. Recorrer el puente colgante Presidente Ibáñez, el Carlos Ibáñez del Campo que completa el nombre de esta división territorial y llegar a la ciudad de Coyhaique, capital de la región.
Visitar la entrada del fiordo Aysén a los pies del volcán Macá, cuyo cono se encuentra cubierto de hielo, pero la naturaleza ha permitido la creación de unas piscinas naturales de agua caliente dando lugar a la Ensenada Pérez.
Muy cerca del hotel se puede visitar la reserva ecoturística del Parque de Aikén del Sur en la que se pueden recorrer hasta cuatro senderos preparados para el treekking que se rematan en un quincho techado degustando el típico asado de cordero al estilo de la Patagonia.
Pero la excursión estrella es, sin duda, la visita a la laguna San Rafael, una laguna salobre formada por agua marina del fiordo en la que se vierte agua dulce procedente de un glaciar que se forma en el monte San Valentín, pero popularmente es conocido más como San Rafael por su relación con la laguna de este nombre. El glaciar San Rafael es uno de los mayores glaciares del Campo de Hielo Norte; el inventario público de glaciares de Chile de 2022 le adjudica una superficie de 712 Km² relativamente accesible por un catamarán que proporciona el mismo hotel de Loberías del Sur.
El catamarán flota entre témpanos mientras miembros de la tripulación recogen hielos milenarios con los que enfriar el whisky. Si las condiciones climáticas lo permiten es posible navegar en una zodiac para acercarse a la gran pared de hielo proporcionando una experiencia extraordinaria. La vista del glaciar de San Rafael es tan impresionante que, se dice, cuando John Byron –navegante británico del siglo XVIII, abuelo del Lord Byron que todos conocemos– pasó por él tras el hundimiento y el motín del barco que comandaba, el HMS Wager, fue incapaz de ponerle palabras y reflejarlo en sus escritos del viaje.
La otra gran excursión, de las muchas que propone Loberías del Sur, son las Capillas de Mármol, un auténtico santuario de la naturaleza, constituido por unas formaciones rocosas de carbonato de calcio que con los años han sido erosionadas por las aguas del Lago General Carrera, el segundo más grande de América de Sur, creando unos islotes llenos de túneles, cuevas, que forman caprichosas figuras y entre los que se puede navegar en pequeñas embarcaciones de Adventure Travel que, además de estas expediciones funciona como Restobar para poder atender al viajero.
El término de «Capilla de Mármol», ampliado después por «Cavernas de Mármol» y «Catedral de Mármol», según el aspecto que presente el elemento concreto, fue acuñado a finales del XIX o principios de XX durante las investigaciones geográficas que se hicieron para delimitar la siempre frágil frontera entre Argentina y Chile. El territorio es tan escarpado, sutil y enrevesado que siempre ha sido difícil trazar una línea fronteriza concreta, lo que propicia a que cuando hay algún problema por allí, la culpa siempre es “del otro”.
Cerca de allí, se encuentra el monte San Lorenzo, el segundo más alto de la Patagonia chilena, coronado por un hongo de hielo que desciende a través tres lenguas, dos hacia la vertiente argentina y una hacia la chilena que es el glaciar Calluqueo. Inmenso y majestuoso, es un glaciar de tipo valle, pero en los últimos años ha ido retrocediendo de forma alarmante formando una gran laguna a sus pies, de aguas color plomizo a causa de la gran cantidad de sedimentos que arrastra. La forma de verlo es una pequeña travesía en lancha fueraborda que la atraviesa hasta desembarcar en la orilla opuesta y una pequeña caminata presenta la boca del glaciar.
Estos dos últimos enclaves se encuentran bastante distantes de Chacabuco, lo que ha propiciado que el hotel Loberías del Sur establezca una extensión en Puerto Bertrand, el Parador Loberías del Sur, un coqueto chalet, con tan solo cinco habitaciones, pero exquisitas, para poder disfrutar de una escapada con encanto y visitar el lago General Cabrera junto con otros parajes singulares. Bosques habitados por los huemules, cérvidos andinos en peligro de extinción pero que se dejaron ver, los guanacos que son mucho más abundantes y cuya presencia se derrama por toda la región y, si hay mucha suerte, se ve un puma –pero esto ya va asociado a qué toque la lotería–. Ríos de rápida corriente como el Neff que desemboca en el río Baker, muy cerca del Parador, dando un juego de colores realmente impresionante, pues los sedimentos que arrastra uno y otro son de diferente composición y su mezcla brinda un extraño resultado.
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