Esta última edición del 2022 cuenta con una producción limitada a 6.542 botellas, para el único vino blanco que Ferratus elabora bajo la tutela de Emmanuel Ivars. El enólogo francés también es el autor de la gama de los tintos de la Casa, que vienen siendo desde tiempo atrás, un referente en los vinos de Ribera del Duero. (De esos tempranillos, ya les hablé en anterior ocasión - en el 20 aniversario de Ferratus -, cuando visité su bodega).
Este Ferratus Blanco 2022, ya lo había probado meses atrás en bodega, y tuve oportunidad de comprobar en esa ocasión, la elegancia y desenvoltura del albillo mayor… y su indudable potencial gastronómico. Transcurrido un tiempo, recreando sensaciones dormidas, confirmo que este vino criado en acero y madera, es uno de los mejores blancos que he probado últimamente. Los meses que ha dormido en botella, hasta ahora que lo he vuelto a probar, creo, le han proporcionado mayor redondez y largura; cualidad esta última, raramente presente en nuestros blancos patrios.
Ivars, investigó posibilidades de esta variedad blanca, sometiéndola a una maceración pelicular (ocho grados centígrados durante todo un día). Posteriormente, sus lías finas y el battonnage hicieron su trabajo, y tras una ligera crianza en las mejores barricas de la bodega, el Ferratus Blanco 2022 desarrolló su elegante e inconfundible bouquet aromático. María Luisa Cuevas, comprometida desde sus inicios con un proyecto sostenible, ha elegido para el continente de este vino una botella Borgoña de cristal reciclado.