Algunas de estas vivencias las comparto de tarde en tarde, porque varias de ellas merecen dibujar una sonrisa en quienes las lean, como en su momento la han dibujado en mí.
Ayer atendí a un pequeño bebé, hermano de un compañero de colegio de mi nieto menor. Por este motivo hay un cierto grado de amistad con su madre.
Hoy en la mañana reviso mi teléfono y encuentro el siguiente mensaje:
¿Doctor está bien?
Porque en el wasap del curso informaron que murió un abuelito de Lucas. Y espero que no sea usted...