La principal pregunta que todo vendedor se hace ante la posibilidad de vender su vivienda es ‘¿cuánto vale mi piso?’ Y es que el valor que se determine puede marcar la diferencia entre una buena venta, con muchos posibles compradores interesados, o una venta lenta y tediosa.
El valor de la venta de un piso se determina en función de diferentes factores y, a continuación, te explicamos cuáles son.
1. Localización geográfica
La localización geográfica de la vivienda que se quiere vender es clave para poder empezar a estimar cuál es el precio económico de la vivienda. El precio no será el mismo si está situada en una gran ciudad, que elevará su valor de venta, o en un pueblo, que lo disminuirá. O incluso si es una ciudad cercana a la capital o, por el contrario, se encuentra a muchos kilómetros de la misma.
La diferencia reside en los servicios que se ofrecen en una zona u otra; transportes, escuelas, hospitales, comercios, conexión área, ferroviaria, transportes públicos como el metro o el autobús, espacios de ocio, restaurantes…
2. Ubicación de la vivienda
Una vez la vivienda está localizada geográficamente, es necesario analizar cuál es su ubicación en la zona. Es decir, tener en cuenta todo aquello que hace que se pueda revalorizar y aumentar el precio de su venta.
Algunos de los factores más cotizados es la cercanía a los transportes públicos, a las zonas escolares y, por supuesto, a los entornos verdes o ajardinados.
3. Características la vivienda
Las características de la propia vivienda, y su edificio, es el tercer paso a tener en cuenta. Los pisos con zonas comunes, piscinas, patios, gimnasios o pistas deportivas integradas en el edificio, aumentan su valor. Así como si tiene o no ascensor, si se trata de una planta baja, un piso intermedio o un ático.
Los áticos aumentan el valor de venta de cualquier piso debido a su altura, ya que al estar más altos son más luminosos y suelen contar con mejores vistas. Y, las plantas bajas, también están más cotizadas, puesto que por norma general disponen de una zona o jardín privado.
Los materiales que se han utilizado para la construcción, tanto el edificio como el piso, son importantes para poder acotar cuál es el valor del piso. Ya que, a más calidad, menor deterioro a corto plazo y más ventajas de climatización, insonoridad y confort.
También hay que tener en cuenta los m2 de la vivienda, el número de habitaciones, baños y la orientación.
4. Estado actual de la vivienda
Cuando un vendedor se pregunta ‘¿cuánto vale mi piso?’, debe tener en cuenta también cuál es el estado de la vivienda que quiere vender y del propio edificio en el que se encuentra.
Un edificio con la fachada deteriorada, por ejemplo, disminuirá el valor, puesto que necesitará en poco tiempo una derrama de los propietarios para poder mejorar todo lo que esté dañado.
Y, por supuesto, el estado de la vivienda es un factor determinante para poder valorar el coste de la venta. Un piso en buenas condiciones no necesitará reformas urgentes, por lo que el comprador no deberá hacer ninguna otra inversión, mientras que uno con, por ejemplo, las puertas en mal estado, el suelo dañado, las ventanas sin climatización o el sistema eléctrico dañado, necesitará una buena reforma que bajará el precio de venta.
5. Comparación con viviendas similares
Una vez todos los datos anteriores se han obtenido, es el momento de hacer una comparación con pisos que tengan características similares y se encuentren en la misma zona.
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