Por supuesto, a medida que vayas tomándole la mano, será importante que adquieras productos específicos para la práctica de esta disciplina, entre los que podemos mencionar la pala. Evidentemente, la pala es el principal elemento para poder jugar bien al padel.
Actualmente, las tiendas especializadas en este rubro nos proponen una gran variedad de modelos, suficientes para que cada jugador encuentre uno ideal para él, e incluyendo algunas de las marcas más reconocidas del mercado, entre las que podemos mencionar las palas Babolat.
Estos comercios, a los que tampoco les faltan artículos de otras firmas clásicas, entre ellas Adidas, suelen clasificar las palas de padel en categorías, gracias a las cuales al comprador le es más fácil poder identificarlas, y saber cuál es la que quiere, según se ajuste ésta a su modalidad de juego.
En busca de la pala ideal
Es que al final, más allá de la indiscutible calidad de las palas de Padel Adidas o Babolat, escoger una dependerá de cuál sea tu estilo durante las partidas, el que hayas desarrollado hasta allí.
Algunos jugadores hacen prevalecer la potencia, otros el control, y tampoco faltan aquellos que, en su intento de apostar por ambos, se decantan por las palas más equilibradas, probablemente las que podemos aconsejar para quienes recién están dando sus primeros pasos, y aún no tienen sistemas ataque/defensa incorporados. Esto, si bien hay experimentados que también las prefieren.
La clase de pala por la que te decidas afectará su versatilidad, maniobrabilidad, y hasta los golpes.
Palas de potencia
Las palas de potencia son ideales para los jugadores que constantemente están atacando al rival. Quienes basen su estrategia en golpear fuerte y acercarse a la red para definir el punto enseguida.
Como contrapartida, estas palas no ofrecen tanto dominio sobre el destino final del golpe, pero si estás buscando condicionar al oponente a través de la potencia, es probable que debas resignarlo.
Palas de control
A diferencia de las anteriores, las palas de control son ideales para los jugadores que se sienten más cómodos desde el fondo de la pista, devolviendo los ataques de los primeros, para “contraatacar”.
Como en general la bola ya viene con potencia, no hace falta imprimírsela para que vuele rápido. Por eso, estas palas se centran en controlar el golpe y su destino, que tendrá que ser preciso.
Palas híbridas
Al final tenemos las palas híbridas, las que no se limitan únicamente a un modo de abordar el juego. No destacan especialmente en ninguno de los aspectos básicos, sino que cumplen bien en ambos. Como decíamos al comienzo, son perfectas para novatos como para aquellos experimentados que camuflan su táctica según el adversario, y no tienen problemas en adaptarse a distintos estilos.
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