También es cierto, afortunadamente, que existen algunos establecimientos que han hecho un culto alrededor de la carne de primer nivel, como es el caso de Las Viandas de Julián, probablemente aspirante al título de la mejor carnicería de Madrid, y en la que vamos a detenernos ahora.
Ubicada en pleno corazón del Barrio de Salamanca, concretamente en el Mercado de La Paz, esta carnicería hace una apuesta diferencial a la de otras, otorgándole un aspecto boutique a la carne, consecuencia de su interés por democratizar el concepto gourmet en torno a este alimento.
El recinto, que nace de la mano de Julián López, carnicero con más de 34 años de experiencia, comenzó conquistando a los exigentes vecinos y lentamente se ha ido convirtiendo en un must para todos los madrileños que quieren disfrutar de la carne con los cinco sentidos, y no sólo el del gusto.
A pesar de que por la amabilidad de quienes trabajan en ella, Las Viandas de Julián parece la típica carnicería de barrio de toda la vida, la distinción se vuelve patente al observar todos sus artículos. En ellos puede verse la dedicación y el compromiso con el cliente y, por ende, con los invitados.
Indiscutiblemente para muchos residentes la mejor carnicería de Madrid, una referencia en el rubro, la noticia para quienes hace algún tiempo no le visiten es que está estrenando una nueva identidad, una marca renovada, más actual, y en la que la profesión de carnicero adquiere otra relevancia.
A partir de esta nueva concepción de lo que una carnicería moderna debería ser, Julián y sus viandas proponen al público un amplio abanico de productos seleccionados, no sólo de carne y derivados, sino además de pollería, charcutería, elaborados y quesos, por lo que se trata del sitio perfecto pensando en organizar una cena con amigos, ofreciéndoles todo lo que pueda agradarles.
Por supuesto, a veces poder elegir entre tanto artículo deseable no es fácil, y allí es donde aparece otro de los sellos exclusivos de Las Viandas de Julián, relacionado con la atención personalizada, guiando al cliente en el proceso que le permitirá escoger los mejores productos para los suyos.
Así, los primeros 25 años de esta carnicería cierran una etapa importantísima, de afirmarse entre amantes de la carne que entra por los ojos y no únicamente por el paladar, para darle espacio también a quienes pretenden un proceso de compra personalizado, sintiéndose cómodos.
Y ello, por no adentrarnos en detalles sobre sus carnes premium, embutidos y chacinas, casquería, junto a un infinito surtido de quesos, que hace que en cada visita uno ya está pensando qué se llevará a casa cuando vuelva para deleitarse con este gran universo de exquisitos sabores.
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