A su vez, este impacto ambiental asociado a la actividad humana tiene importantes consecuencias a nivel climático, generando una crisis que pone en riesgo la supervivencia del ser humano en el planeta en las próximas décadas. A esto se suma un sistema productivo muy codicioso, que se basa en el crecimiento persistente y que está dando lugar a episodios de carestía de muchas materias primas.
El nacimiento de la evaluación de impacto ambiental
Toda esta realidad es conocida desde hace décadas, hasta el punto que ya en la declaración de Estocolmo sobre el medio ambiente en 1972 por la Organización de Naciones Unidas, se animaba a todos los países miembros a regularizar, controlar, supervisar y prevenir el impacto ambiental, y a tratar este tema como muy importante en el ámbito empresarial, dado los efectos que pueden tener las empresas sobre los ecosistemas.
20 años más tarde, en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Rio de Janeiro, cuando se sentaron las bases del famoso Protocolo de Kioto, también se creó el mecanismo de evaluación de impacto ambiental, como una estrategia dentro de las políticas públicas para preservar el medio ambiente.
¿Cómo funcionan las evaluaciones de impacto ambiental?
La evaluación de impacto ambiental es un instrumento que permite identificar, predecir e interpretar la huella ambiental generada y prevenir las consecuencias negativas de los planes, acciones, programas y proyectos que se ejecutan sobre el terreno y que afectan a la salud humana, el bienestar de las comunidades y el equilibrio ecológico.
De este modo, todas las intervenciones a ejecutar por parte de una empresa sobre el terreno, en el medio ambiente, han de cumplir con los principios que dictan las evaluaciones de impacto ambiental. Estos mecanismos aportan información en la toma de decisiones y son un requisito obligado por muchas administraciones para ejecutar proyectos de construcción e instalación.
La evaluación de impacto ambiental es la mayor herramienta que disponemos hoy en día para proteger el medio ambiente y cumplir con las especificaciones que impone la ley. Por otra parte, este instrumento actúa como una fuente de información valiosa y para las futuras investigaciones que se quieran llevar a cabo en determinados territorios.
No es solo un documento que señala qué se va a hacer, cómo se van a tratar los residuos generados, qué mejora se va a implementar sobre el terreno y cómo se va a recuperar este tras finalizar la actividad de explotación, sino que sirve como informe para conocer la situación actual de esas parcelas ocupadas, es un proceso de inventario. En España, estos mecanismos dependen tanto de las comunidades autónomas como de la administración central.
¿Qué fases desarrolla la evaluación de impacto ambiental?
Este mecanismo es esencial en cualquier proyecto que genera cierta afección al medio ambiente o un ecosistema particular porque la naturaleza y la sociedad están imbricadas en un sistema de relaciones muy complejo.
Los seres humanos y sus actividades sociales, culturales, productivas y económicas se realizan dentro de la naturaleza, es imposible hacerlo fuera de ella. Cualquier proyecto o actividad humana tiene impactos de diversa índole sobre el medio ambiente, y por tanto, sobre la propia sociedad.
En este sentido, la evaluación de impacto ambiental estudia hasta seis cuestiones: el análisis de las interacciones que se producen al poner en marcha un determinado proyecto; la previsión de los impacto a corto, medio y largo plazo, también acumulados, sinérgicos , directos e indirectos de ese proyecto; las posibles alternativas; las medidas de mitigación y corrección; la evaluación de alternativas y escenarios; y finalmente tomar la decisión final, que puede implicar no realizar el proyecto.
La evaluación de impacto ambiental no es un proceso formal para obtener la autorización para el inicio de obras. Es un mecanismo esencial que pone de manifiesto cómo puede incidir la actividad humana sobre el territorio.
Es precisamente el agravamiento de la crisis ecológica lo que obliga a las empresas a perfeccionar sus actuaciones en los entornos naturales. Procesos de deforestación de hace cincuenta años tendrían hoy una valoración y una repercusión mucho más grave.
En este sentido, la consultora Ideas Medioambientales se posiciona como referente a nivel nacional en estudios de impacto ambiental. Todos estos proyectos, además de generar una huella de mucho calado que hay que tratar de minimizar, pueden afectar a las propias comunidades humanas y a los derechos de las nuevas generaciones, que tienen el mismo derecho al disfrute del medio ambiente como las del presente.
Redactor: Sara Dominguez Baeza.
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