Equipos como el de Abogados Cebrián lo han demostrado. Estos especialistas en derecho familiar y matrimonial se han encargado de demostrar que las familias pueden estar totalmente informadas sobre sus libertas y responsabilidades, que pueden gozar de un extra de seguridad gracias a la información y asesoramiento de expertos en derecho, tanto antes como después de la celebración de un matrimonio.
Familias más sólidas y seguras, familias más felices
Un matrimonio puede gozar de cierta independencia jurídica y eso permite que quienes lo conforman pueden tener determinados derechos y obligaciones de los que no suelen estar al tanto. Todo empieza incluso antes, con el asesoramiento necesario antes del matrimonio, porque es importante tener acceso a toda la información no solo mientras se está casado, sino también antes de ello.
Lo que principalmente defienden en Abogados Cebrián es que el asesoramiento en materia de derecho para la familia es algo que debe formar parte de esta desde el primer momento. La sociedad tiende a acudir a abogados solo cuando surgen problemas, pero, si el asesoramiento es constante, muchos de estos problemas se pueden evitar, o al menos se puede actuar con cierta previsión para que su impacto sea menor.
Es algo que da mucho más margen de maniobra y que permite llevar mejor todo lo relacionado con el derecho de la familia. Pero, sobre todo, es algo que ayuda a proteger a los hijos, generalmente los que más daños sufren cuando hay problemas en la familia. La prioridad del matrimonio y de los padres debe ser la de garantizar en un entorno tranquilo, seguro y asertivo para sus retoños, y la única forma de garantizarlo es teniendo siempre un abogado que ayude a saber cómo proceder cuando surge cualquier bache que pueda acabar en el campo jurídico.
Una de las situaciones donde más se hace notar la presencia de un asesoramiento previo en derecho de familia o derecho matrimonial es cuando se plantea la posibilidad de llevar a cabo un Divorcio express con hijos. En estos casos, hay que cumplir una serie de requisitos que sí dan pie a acudir a este modelo, pero también hay que dar total prioridad a los hijos, ya que son, como bien explican en Abogados Cebrián, el bien jurídico más digno de protección.
Divorcios express con y sin hijos: dos mundos distintos
La figura del divorcio express con hijos existe, aunque su nombre más común es el de divorcio amistoso. Aquí hay que pasar por un convenio regulador que determina el reparto de bienes y obligaciones entre las dos personas que se separan. La clave radica en la presencia de descendencia, ya que ambas partes deben acordar quién y cuáles responsabilidades asume en aspectos como el régimen de visitas, la custodia, manutención, etcétera.
Lo ideal, y aquello en lo que más influye el asesoramiento previo de los buenos especialistas en derecho de matrimonio, es que los padres sean capaces de ejercer una corresponsabilidad diligente y se encarguen de que los hijos no sean los grandes perjudicados en la ruptura. Al menos ese debe y debería ser el objetivo, aunque desafortunadamente, es algo en lo que la mayoría de familias falla precisamente por la falta de información y, también, por los tintes egoístas que suelen bañar a estas situaciones.
Los padres deben ofrecer un entorno familiar de equilibrio, seguridad, amor y cariño. Y esto se debe plasmar también en un entorno familiar en el que el matrimonio se ha roto, sea por el motivo que sea. Cuando no hay hijos en los divorcios express, esa capa de responsabilidad se pierde por completo, ya que el convenio regulador solo tiene que abordar los efectos económicos y patrimoniales.
Esa diferencia cambia por completo todo lo relacionado con los divorcios express, para empezar porque estos no se pueden llevar a cabo, siempre y cuando se hable de la modalidad express como tal, en el caso de que haya hijos menores. De ser así, la separación rápida solo puede llevarse a cabo de forma amistosa y, en caso de conflicto o falta de acuerdo, algo que los abogados no recomiendan en absoluto por todas las complicaciones que implica, se debe proceder por la vía jurídica, con un juez mediador.
Los abogados de familia son los primeros interesados en la constitución de familias seguras para los niños
Una familia, como hemos mencionado, debe ser un entorno seguro, repleto de cariño y amor. Es cierto que, en ocasiones, la situación entre los cónyuges puede no ser la mejor y eso deriva en una ruptura. Sin embargo, los niños no deben pagar por ello. Deben estar totalmente protegidos y a resguardo de los reproches, de las críticas y de la guerra en la que suele convertirse una separación. Llegar a ese punto no beneficia a nadie, y mucho menos a los más pequeños de casa.
Tampoco es algo que favorezca a la expareja. Si no se procede por la vía amistosa, cada uno necesita contar con representación propia, en lugar de poder acogerse a un mismo abogado; el proceso se alarga considerablemente y se debe pasar también por los tribunales. Es algo engorroso, tedioso, largo y sobre todo doloroso, especialmente para unos niños que se ven arrastrados por esa desagradable vorágine.
Por eso, los abogados de familia insisten tanto en el asesoramiento previo al matrimonio. Marcando bien los acuerdos prematrimoniales, informando sobre todos los derechos y deberes que se tienen al constituir una familia, así es como se pueden asentar las bases de algo sólido y que, sobre todo, proteja a los futuros retoños. Su objetivo es que las familias construidas sean familias felices, sólidas y en las que el amor sea la palabra que mejor las describa.
Redactor: Juan Antonio Fonseca Serrano.
(CN-15)