José Fanjul, cubano de origen asturiano, pertenece a una de las familias más poderosas del mundo. Él y sus tres hermanos -Alfonso, Alexander y Andrés- son dueños de la empresa Fanjul Corp., que produce miles de toneladas de azúcar al año y poseen plantaciones en Estados Unidos, República Dominicana, México y Canadá.
La fortuna de la familia está valorizada en 8.200 millones de dólares, según Bloomberg.
La historia de los Fanjul es una de las más emblemáticas del exilio cubano. En la isla, el patriarca, Alfonso Fanjul, había construido un imperio del azúcar desde el siglo XIX. Hasta que llegó Fidel Castro al poder, expropió la empresa y los hermanos debieron huir hacia Estados Unidos, específicamente a Miami.
Estando allá, levantaron nuevamente la compañía y compraron plantaciones en Florida, convirtiéndose en uno de los apellidos más influyentes. El embargo estadounidense al azúcar cubano también impulsó la empresa de los Fanjul.
Con el transcurrir de los años se volvieron en importantes donantes en las campañas políticas del Partido Republicano y Demócrata. Por eso, entre su exclusivo club de amigos están los Clinton y los Bush, además del millonario mexicano Carlos Slim.
Emparentados con la realeza
La amistad de los Fanjul con el rey emérito no es casual. La hermana de la abuela de los hermanos Fanjul, Edelmira Sampedro, se casó con el príncipe Alfonso, hijo mayor del rey Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos.
La relación con el rey se afianzó hace décadas en las vacaciones que pasaban en Mallorca. Al mismo tiempo, Juan Carlos siempre era recibido en Casa de Campo cada vezque quería pasar una temporada en el Caribe y lejos del escrutinio público. De hecho, se volvió un asiduo visitante desde el 2014, cuando dejó las obligaciones reales a su hijo, el actual rey Felipe VI.
Pero no todo es color de rosa en la familia. En el 2003, el diario “The New York Times” investigó los negocios de los Fanjul y señaló que cerca de 73 mil hectáreas de cosecha al sur de la Florida envían agua contaminada a la reserva de los Everglades.