¿Quién es ese personaje incómodo
que aparece en forma súbita sin dar la cara,
haciendo una entrada triunfante
donde no ha sido invitado?
Es el miedo,
que muerde los momentos especiales,
con su risa socarrona
y su mirada de estilante hipocresía.
Disfruta asfixiando los anhelos,
congelando los proyectos
con su empalagosa propuesta de falsedad.
¡Hay que vencerlo!
sin espadas ni morteros,
floreciendo sobre su sombra con la fuerza de la convicción
de que se ha tomado la elección correcta,
escuchando aquel soplo misterioso
que nos dice al oído
que nada hay que temer.
(27AGO19)