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Alenquer y Torres Vedras ciudad europea del vino 2018
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Alenquer y Torres Vedras ciudad europea del vino 2018

Por Segundo López Soria (*)
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seloriatelefonicanet/7/7/18
domingo 24 de febrero de 2019, 02:58h
Alenquer y Torres Vedras ciudad europea del vino 2018

24FEB19 – MADRID.- La tarde noche del día nueve del actual mes de febrero 2019, concluía el reinado del tándem de las dos ciudades portuguesas que asumieron el honor y responsabilidad de acoger la Capitalidad Europea del Vino 2018.

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Torres Vedras y Alenquer pasaban el testigo a la ciudad italiana de Sannio, como había ocurrido en 2017, cuando la ciudad gallega de Cambados, patria del albariño, cedió el cetro de la enología europea a las lusitanas Alenquer y Torres Vedras. Sannio, población situada al norte de Nápoles, provincia del Benevento, en la región de Campaña - acreditada principalmente por sus blancos de la variedad falanghina, también conocida como falanghina greco -, ostentará el título de Capital Europea del Vino 2019.

La singularidad del reinado capitalino báquico como reconocimiento a ciudades europeas productoras de vinos de calidad, es único en su género y está auspiciado por La Red Europea de Ciudades del Vino (RECEVIN), y el Parlamento Europeo. La elección al alimón de Alenquer y Torres Vedras como Ciudades Europeas del Vino 2018 durante todo un año, ha significado el reconocimiento de ambas DOC lisboetas (Denominación de Origen Controlada), como elaboradoras de vinos ligeros de calidad. Alenquer y Torres Vedras, elaboran vinos singulares y poseen una tradición vitivinicultora ancestral heredada de los romanos.

Actualmente su posicionamiento de liderazgo es debido al esfuerzo de miles de viticultores, de sociedades cooperativas y de bodegueros entusiastas. En conjunto, Alenquer y Torres Vedras contabilizan unas 11.885 hectáreas de viñedos plantados de castas paisanas y foráneas.

En ellos se cultivan las variedades autóctonas blancas Ariño, Fernao Pires, y la casi extinta Vital; castas que dan vinos ligeramente cítricos, aromáticos, y muy elegantes. En castas tintas, Touriga Nacional, Touriga Franca, Trincadeira, Castelao, y Baga, marcan la diferencia, proporcionando formidables vinos de guarda, bien cubiertos, con taninos aterciopelados y poderosos. (Aunque debido a la obligada necesidad de tendencias globalizadoras en el mundo del vino, y con miras a la exportación, también se plantaron otras variedades nobles, preferentemente transpirenaicas - huelga citarlas -, debido a su excelente comportamiento en los coupages con las castas portuguesas).

En Alenquer y Torres Vedras, dos de las nueve (DOC), que integran La Región de los Vinos de Lisboa, tanto en las bodegas cooperativas como en las tradicionales fincas con bodega, que en Portugal llaman Quintas, se están produciendo cambios en las labores de viticultura, regresando a técnicas de máximo respeto al terroir con prácticas de agricultura ecológica, incrementadas en algún caso con labores biodinámicas en la elaboración de vinos naturales.

La mayoría de las propiedades, comparten el viñedo con otro plantío destinado a frutales de peral de la variedad pera rocha, que es el mayor del mundo en términos de producción de este tipo de fruta. Ítem más, al dar a conocer sus estupendos vinos, Torres Vedras y Alenquer han posibilitado el desarrollo económico de ambas ciudades y de su zona de influencia, potenciando la actividad enoturística, una novedosa tendencia de ocio vacacional respetuosa con el ecosistema.

Consecuentemente, y debido al incremento del turismo, se hace evidente el buen nivel de servicios que ofrece el sector hotelero: Cambeiros Guest House en Alenquer, y Hotel Dolce Campo Real en Torres Vedras, son buenos ejemplos de diferentes formas de complacer al viajero más exigente. Sus refectorios ofrecen una apetitosa coquinaria de preparados solidos, acompañados de vinos locales de los tres colores para el trayecto líquido.

Así sucede en Alenquer,l Restaurante Casta 85 y Restaurante Páteo Velho; o en la costa, en base a las variadas y abundantes capturas de pescado de bajura del Atlántico próximo en Torres Vedras. En la ciudad que domina el Fuerte de San Vicente son de obligada visita, Restaurante Duas Quintas, Roots Restaurante Food, Wine & Life, y Areias do Seixo Restaurante.

Este último propone una cocina variada, aderezada con verduritas cultivadas en su huerta ecológica. Es a la vez, un acogedor y coqueto minihotel, decorado con un criterio minimalistamente elegante. Torres Vedras, además, alcanza una merecida fama por un delicado pastelito de yema de huevo y almendra, el Pastel de Feijao, verdadera creación golosa que hubieran soñado Hansel y Gretel. Tiene su origen en la obligada utilización de las yemas sobrantes de los huevos, al utilizarse las claras para la clarificación de los vinos tintos. (Este proceso raramente se utiliza hoy día - solamente algunas bodegas para vinos de altísima gama-, debido al elevado costo, tanto de la materia prima como en mano de obra, valiéndose de métodos más modernos y económicos)

Alenquer y Torres Vedras, próximas a Lisboa, se encuentran distantes entre sí a tan solo media hora por carretera (30Kms). Alenquer, es conocida como Vila Presépio (Ciudad Belén), o Presépio de Portugal, debido a sus casitas enjalbegadas, dispuestas en una ladera y un aprendiz de rio, ¡Recuerda, iluminado por Navidad, un Belén a tamaño natural!

Alenquer es también, y sobre todo, una zona privilegiada de castas autóctonas de vides blancas, y de algunas uvas tintas. Ostenta el record de ser el mayor productor de vino de toda la Región de los Vinos de Lisboa. Su Museo del Vino, situado en un edificio del siglo XIX, fue Real Granero Público (tras la expulsión del invasor francés, conservó las semillas que posibilitaron resembrar la tierra quemada de Alenquer). Inaugurado en 2006, es de obligada visita, y se utiliza para diversas actividades enológicas; también como auditorio, además de acoger una muestra de los vinos de unos 20 productores que forman la Asociación de Rutas de los Vinos de Lisboa. El Museo del Vino incluye una descripción de las vides más representativas en las DOC lisboetas, y una exposición de las técnicas y aperos necesarios para la producción del vino en esta zona.

No es seguro que Luis de Camoens naciera en Alenquer, aunque está documentalmente probado que sí lo hicieron sus ascendientes directos. El padre de las letras portuguesas, creador de la epopeya Os Lusiadas, conoció Alenquer, como atestigua un lienzo de azulejo expuesto en la Vila Presépio.

La monumental obra literaria de Camoens, poema épico de exuberantes descripciones y grandilocuente expresividad - émulo de las obras maestras La Ilíada y Eneida, de Homero y Virgilio -, rememora en diez cantos la grandiosidad emprendedora de navegantes lusitanos.

Industriosos hoy, como ayer estos hijos de Lusus - al igual que sus ancestros -, merecedores fueran hogaño, de un definitivo canto del eximio poeta. Homenaje a Alice Tavares da Silva, de Quinta de Chocapalha; Ana Cardoso Pinto, de Quinta do Pinto; Teresa Figueiras, de Quinta de Boa Esperanza; Manuel Marques, de Quinta de San José en Vale da Capucha. Y las otras veintidós Quintas de Alenquer y Torres Vedras, o de Torres Vedras y Alenquer, porque “tanto monta”.

(*) [email protected]

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