Tal mantra, empleado por Rajoy cada vez que se dirige a la ciudadanía a través de los distintos medios de comunicación, tiene como principal objetivo el tratar de blindarse ante el crispante verano que le espera. Toda una pesadilla protagonizada por los respectivos líderes de la alianza PSOE-Podemos, muy radicalizados ambos, cuya misión consistirá en amargarla las vacaciones hasta tal grado, que ni la ingesta de deliciosas nécoras, inigualables ostras de Arcade y los exquisitos percebes de Cedeira, conseguirán aliviarle.
En principio, la inminente declaración al final de julio del presidente ante la Audiencia Nacional tras el intento fallido de hacerlo a través de plasma y sobre el tema que más les duele. Concretamente los escándalos de corrupción que acosan al PP, y en especial la financiación ilegal del partido, amen de comparecer como testigo en la amarga y compleja trama "Gurtel", que por mucho que intente justificarlo y disfrazarlo el desprestigio resultará inevitable. Puede suceder de todo pero el desgaste a que se verá sometido no se lo quita nadie.
De segundo plato y si cabe todavía más problemático, tendrá que afrontar la amenaza, y en esta ocasión muy en serio, el drama del referéndum catalán. Tema ante el cual Rajoy continúan manteniendo la misma pasividad hasta el grado de soportar que Puigdemont se permita la bravata de afirmar que actualmente ya "dan miedo al Estado y más que daremos". Tener que seguir soportando tales descalificaciones como las vertidas por las entidades municipales ratificándose su compromiso de colaborar en todas las actuaciones del Gobierno Catalán respecto a la consulta, e igualmente poner a su disposición los locales públicos, es muy fuerte. Amenazas que están deteriorando al Gobierno de España según recogen los últimos sondeos de opinión. De ahí que el cachazudo don Mariano continúe confundiendo las evidencias con "deseos de provocación".
Sobre el encuentro entre Rajoy y Sánchez en el que se trató ponerle freno al referéndum catalán, cabe destacar que en lo esencial ambos líderes están de acuerdo pero con matices. La vía de una comunicación abierta puede considerarse un éxito para tratar sobre nuevos temas. Por su parte el PSOE urge a Rajoy para que tome decisiones evitando la dejación de responsabilidades y antes del 1º de octubre, insistiendo en una reforma de la Constitución. Rajoy no se opone abiertamente pero manteniendo que lo fundamental es aclarar "para que" y contar un consenso mínimo previo. Pedro Sánchez aspira al poder mientras que la preocupación de Rajoy es mantenerlo. Notable diferencia.
No es de recibo el seguir tolerando el despreciable comportamiento amenazante por parte las autoridades de una Comunidad, Cataluña, con respecto a las restantes, como tampoco lo es llegar hasta el último extremo con la intervención de los cuerpos de Seguridad del Estado. Existen otros procedimientos pero que deben ser expuestos con toda la seriedad y el rigor requeridos, para que los ciudadanos de la citada Comunidad tomen conciencia de las consecuencias que supondría la celebración de un referéndum demandando el independentismo.....¡¡Tiempo al tiempo!!