El portavoz del Ministerio público Eric Van der Sypt confirmó también en una rueda de prensa que la maleta que detonó el atacante llevaba "clavos y pequeñas botellas de gas", pero que no portaba ni armas de fuego ni cuchillos, ni tampoco un cinturón con explosivos, como apuntaron medios locales en un primer momento, informó Efe.
"Está claro que trató de hacer más daño del que causó. Los daños podrían haber sido peores", comentó el portavoz sobre el incidente, que no dejó ningún herido.
La Fiscalía se ha hecho cargo de este suceso como un "intento de asesinato terrorista" y que es investigado por un juez antiterrorista de Bruselas.
El sospechoso era O.Z., nacido el 12 de enero de 1981 y de nacionalidad marroquí que vivía en Molenbeek, distrito de fuerte población musulmana en la capital belga y conocido por haber albergado a presuntos terroristas en el pasado.
Su domicilio fue registrado durante la noche por fuerzas especiales de la Policía, pero la Fiscalía no dio detalles sobre el resultado de la operación.
Según las autoridades, el hombre actuó solo en la estación Central.
"Lo más importante es que no era conocido por hechos de terrorismo", comentó Van der Sypt, ante las informaciones de medios belgas que apuntan a que tenía cargos por tráfico de drogas o delitos sexuales.
La Fiscalía explicó que el hombre entró en la estación a las 8:39 de la noche (hora local) de este martes y que, tras pasar por el vestíbulo principal, se dirigió escaleras abajo hacia un grupo de pasajeros.
Tras retirarse por unos momentos, volvió hacia este grupo minutos más tarde sosteniendo una maleta, a la vez que gritaba y causaba una "explosión parcial" en la que nadie resultó herido.
La maleta inmediatamente se prendió fuego y el hombre "dejó el equipaje quemándose" y se dirigió a continuación escaleras abajo hacia un andén persiguiendo a un responsable de la estación.
Entre tanto la maleta, que contenía clavos y botellas de gas, "explotó una segunda vez de manera más violenta".
Según el Ministerio público, el sospechoso volvió entonces al vestíbulo y se precipitó hacia al menos un militar allí presente gritando "Allahu akbar" (Alá es grande).
El soldado "abrió fuego inmediatamente e hizo blanco en el individuo varias veces", que murió más tarde en el lugar a causa de las heridas.
El portavoz indicó que, "por el momento, no hay vinculación" entre este caso y el ataque yihadista este lunes en los Campos Elíseos de París, en el que un hombre que había jurado lealtad al Estado Islámico estrelló un vehículo contra fuerzas de la Gendarmería.