El Departamento de Defensa confirmó este lunes que Estados Unidos realizó entre los días 20 y 22 de enero varios ataques con drones -aviones no tripulados- en Yemen, en los que fallecieron cinco miembros de Al Qaida, destacó Efe.
No obstante, estos ataques no requirieron la autorización expresa del nuevo presidente ni de su flamante secretario de Defensa, James Mattis, confirmado el viernes.
Del mismo modo, la misión en Siria e Irak contra el autodenominado Estados Islámico (EIIL, ISIS o Daesh) realizó 42 bombardeos ayer contra posiciones de ese grupo yihadista.
La mayor parte de los ataques aéreos, 34, se efectuó en Siria, especialmente en el bastión de ISIS, Al Rakka, donde se atacaron convoyes, piezas de artillería, túneles y otras posiciones estratégicas para la defensa de la ciudad.
En Irak, la coalición internacional liderada por Estados Unidos realizó ocho ataques aéreos con bombarderos, cazas y drones, la mayoría de ellos en Mosul, que el Pentágono confía que pronto caiga de manos de ISISI.
Por el momento, las Fuerzas Armadas están manteniendo la estrategia y el ritmo marcado por el expresidente Barack Obama para acabar con los yihadistas de ISIS, que Trump ha prometido borrar del mapa de manera prioritaria, pero sin dar una hoja de ruta clara.