"Esta victoria representa un giro estratégico (...) en la guerra contra el terrorismo (...), subraya la capacidad del ejército sirio y sus aliados para ganar la batalla contra los grupos terroristas y plantea las bases de una nueva fase para sacar al terrorismo de todo el territorio de la República Árabe Siria", agregó.
El Ejército emitió este anuncio poco después de que la televisión oficial informara de que los últimos cuatro autobuses con evacuados de los distritos asediados del este de Alepo habían abandonado la zona sitiada y habían cruzado al barrio de Al Ramusa, bajo el control de las autoridades en la urbe.
Equipados con armas ligeras, los rebeldes, a bordo de una veintena de camionetas, taxis y vehículos atravesaron el jueves por la mañana el punto de paso de Ramusa. La emisora señaló que esos vehículos no podrán salir de Al Ramusa para continuar su camino hacia el oeste de la provincia, hasta que varios autobuses procedentes de los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya alcancen el área de Al Rashidín, a 5 kilómetros de Alepo.
El proceso de evacuación comenzó el viernes pasado y ha sufrido varias interrupciones.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que está facilitando la evacuación, al menos 34.000 personas han salido de los distritos sitiados de Alepo desde el pasado 15 de diciembre.
La ONU reveló el jueves que calcula que entre 35.000 y 40.000 personas han abandonado el asedio de Alepo, en dirección a zonas rurales de la provincia homónima y a la vecina región de Idleb, controlada casi totalmente por los insurgentes.
Horas antes, el presidente sirio Bashar al Assad dijo que la recuperación del control total de Alepo era una victoria de sus aliados rusos e iraníes así como de gran parte de su propio país.
En comentarios hechos tras reunirse con una delegación iraní de alto rango, Assad dijo también que los éxitos en el campo de batalla eran un "paso fundamental en el camino para acabar con el terrorismo en todo el territorio sirio y crear las condiciones adecuadas para una solución destinada a poner fin a la guerra".
Desatado en marzo de 2011 a raíz de la represión de las manifestaciones pacíficas prodemocracia, el conflicto sirio fue ganando complejidad a lo largo de los años, implicando a múltiples actores apoyados por diferentes potencias regionales e internacionales.