En la cumbre, Cristina reclamará mayor ayuda financiera para los emergentes

Pero tiene un grave problema: buscará aparecer más cerca de Obama, al tiempo que carga un profundo malestar por no haber logrado, como buscó, una reunión bilateral con el mandatario norteamericano.

Ese enojo podría acentuarse con el informe del Tesoro norteamericano, que indicó que las últimas medidas anti crisis en la Argentina fueron perjudiciales.

En medio de los debates que se harán en el elegante hotel Hyatt, Obama recibirá pasado mañana a los 12 miembros de la Unión de Naciones del Sur (Unasur). Por ello, según confiaron aquí fuentes oficiales, la Presidenta tomó como un "grave costo político" tener que compartir el diálogo con Brasil, Uruguay, Bolivia, Chile o Paraguay, entre otros.

Para Cristina, que hizo esfuerzos públicos por acercarse a los EE. UU., fue un golpe muy duro, internamente, tener que compartir aquí la reunión luego de que Obama tampoco la recibió en Londres, durante la cumbre del G-20, hace dos semanas, según confiaron fuentes diplomáticas que conocen la relación bilateral.

No se descarta que Obama, ante esta insistencia, se comprometa a tener un encuentro con la Presidenta con fecha fijada. Es la aspiración de máxima, ahora, del canciller Jorge Taiana. Ello podría descomprimir la tensión. Taiana había deslizado que había chances de hacer la cumbre bilateral tras reunirse con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, hace una semana en Washington.

Pero desde entonces, la administración Obama consignó que no habría en la Cumbre reuniones bilaterales con nadie, porque debía atender pedidos de los 34 líderes de América. También el embajador argentino en los EE. UU., Héctor Timerman, todavía en los últimos días le decía al Gobierno que podía lograr el encuentro, ya para entonces descartado.

Según altas fuentes de organismos internacionales, los Estados Unidos quieren tener una buena relación con la Argentina, pero a largo plazo. Es decir, a futuro. No confían aún en los Kirchner, por su falta de previsibilidad.

Hoy, la Mirada a la Argentina es de "esperar y ver". Sobre todo, el gobierno norteamericano mirará muy de cerca el resultado de las próximas elecciones legislativas y el futuro político de Argentina.

Lo cierto es que el Gobierno argentino tiene motivos para considerarse excluido del foco de Obama. En un artículo para el GDA publicado ayer por La Nación, el presidente dijo que en la Cumbre se reunirán "líderes de Santiago de Chile a Brasilia, hasta México". Pasó de largo de Buenos Aires. En el mapa de Washington están Chile, Brasil y México. Pero no aparece la Argentina.

En este contexto de malestar, Cristina Kirchner deberá ingeniarse para no salirse de sus casillas y reclamar, tal como es su objetivo mayor, mayor ayuda financiera a la Argentina de los organismos de crédito. Ya descartó al FMI porque la Argentina no califica para su línea de créditos flexibles al no tener estadísticas confiables.

Básicamente, apuesta a un préstamo fuerte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuya recapitalización reclamarán aquí los líderes de la Cumbre a Obama, tal como adelantó ayer La Nacion.

Se especulaba ayer con un reclamo de 150.000 millones de dólares para que el BID preste a los países emergentes. De ellos, Cristina Kirchner intentará sacar una tajada que le permita solidez fiscal y obras públicas.

También el brasileño Lula cayó en un profundo malestar con Obama. En este caso, es compartido por Cristina Kirchner. Es que el presidente de los EE. UU. acordó la cumbre de la Unasur en forma telefónica con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, que comanda temporariamente el bloque sudamericano. Y Bachelet la transmitió a Brasil, sin antes consultar a los demás miembros. Lula considera que Brasil es líder en la región y sintió que Washington lo dejaba de lado. Entre Lula y Obama hubo ayer una charla telefónica para acordar los puntos de la cumbre.

Sin embargo, no se descarta que el reclamo regional a Obama por la normalización de relaciones con Cuba, el levantamiento del embargo, y su regreso a la OEA, que ya estaba previsto antes de estos episodios, quizás tenga más intensidad en boca de Lula. El brasileño también reclamará más acciones directas de los Estados Unidos hacia los emergentes en medio de la crisis.

En cambio, la Argentina no quiere agitar el tema Cuba, aunque comparte la posición de Lula, porque ello la obligaría a reiterar posturas contra Estados Unidos que ahora prefiere morigerar. El objetivo de la Argentina es "hablar de porotos" (dinero): ser tenida en cuenta a la hora de decidir el envío de fondos del BID, cuyo titular, el colombiano Luis Alberto Moreno, ya se prepara para esa nueva etapa.

En la cumbre, Cristina reclamará mayor ayuda financiera para los emergentes
No se descarta que, finalmente, la Presidenta logre tener un encuentro con Obama en Trinidad y Tobago, aunque el gobierno norteamericano adelantó que no habrá reuniones bilaterales.