Este jueves 27 de octubre a las 22.30hrs, en un tren de Cercanías en la estación de San Cristóbal con destino a Atocha, sube un pasajero con un tremendo perrazo de aspecto poco tranquilizador, sin bozal, sin correa y con toda soltura, ocupa una butaca e instala a su perro en los dos asientos de enfrente. Acto seguido pone en marcha la radio de su teléfono y sin importarle el resto de los pasajeros sintoniza música en una emisora a todo volumen y… a disfrutar del viaje…
Si bien está permitido (siempre en el último vagón) llevar una mascota en los trenes, la normativa exige que los perros vayan atados, con bozal y por supuesto, no pueden ser acomodados en los asientos de pasajeros pero como se ve, siempre hay un troglodita que se salta las normas e irrespeta “tocándole las narices” al resto de los usuarios...
Trogloditas hay en todas partes. Invitamos a nuestros lectores a utilizar este espacio como zona de denuncia. Envíenos unas fotos con un texto descriptivo de las acciones o hechos incívicos de los que sea testigo; trogloditas hay en Buenos Aires, Ciudad de México, Madrid, La Paz...
En [email protected] recibiremos sus sugerencias.