El trágico destino del captor del Che Guevara

“¿Qué ha venido a hacer a Bolivia? ¿No supo usted que habíamos tenido ya una revolución acá y ya hicimos la reforma agraria?”, le dijo el capitán boliviano Gary Prado a Ernesto Che Guevara poco después de que capturarlo el 8 de octubre de 1967 en la Quebrada del Yuro. “Sí, lo supe. Ya había venido yo aquí… estuve en Bolivia en el 53. Pero había mucho que hacer”, respondió Guevara para justificar la guerrilla que inició en noviembre de 1966 en la zona de Ñancahuazú, en el oriente boliviano.

Al día siguiente, Guevara fue ejecutado en La Higuera y Prado pasó a la historia como el hombre que atrapó al Che. Pero en 2008 el destino de este ex militar de 77 años cambió de manera radical. Ese año, fue acusado de haber cooperado con un grupo derechista que intentó una revuelta contra el gobierno de Evo Morales. Entonces, Prado fue acusado de terrorismo, sedición y traición a la patria.

En los últimos años, el ex general -que quedó parapléjico a comienzos de los 80- ha acudido cada 15 días a las audiencias, primero en su silla de ruedas y luego en una camilla, sin que hasta ahora se resuelva su caso. Como Evo Morales es un fiel seguidor de los principios que inspiraron al Che Guevara, el hijo de Prado considera que “está claro que esto es una venganza por la captura del Che”, según señal a los medios de prensa que le han preguntado acerca del estado del proceso a su padre.

Pero este largo juicio tuvo un vuelco la semana pasada, cuando Osvaldo “Chato” Peredo, quien intentó continuar con la guerrilla del Che tras su muerte, pidió una amnistía para Gary Prado. A pesar de haber perdido a dos de sus hermanos en la guerrilla del Che, “Coco” e Inti Peredo, y pese a su actual militancia en el Movimiento Al Socialismo (MAS) -el partido de Evo-, “Chato” Peredo considera justo que Prado no sufra más ante su muy delicado estado de salud.

En otras palabras, un ex guerrillero guevarista está interviniendo a favor del hombre que capturó a su máximo líder. “Pido una amnistía por razones humanitarias, porque en cualquier momento puede morir. Eso fue lo que nos enseñó el Che. Lleva siete años en proceso con un muy mal estado de salud y además no se ha comprobado nada en su contra”, dice el propio Peredo. “Esto nos ha llevado a tener un pequeño enfrentamiento con el Presidente. Es que el Poder Judicial en Bolivia es una de las principales lacras, es una verdadera lepra”, agrega este ex guerrillero, que orgulloso dice “haber tomado la hoz y el martillo apenas dejó el biberón”.

En Bolivia según la ley, una amnistía la otorga el Presidente de la República en uso de sus facultades a personas que están siendo procesadas, mientras que el indulto se aplica las personas ya condenadas en firme. Hace una semana el presidente Evo Morales rechazó otorgarle una amnistía al captor del Che con el argumento de que, “Cuando se trata de traición a la patria y de dividir Bolivia, siento que para ellos no puede haber amnistía... aunque es responsabilidad de la justicia. La justicia verá las razones”, aseguró el jefe de Estado.

“Yo derroté al Che”

“Le han informado mal al Presidente”, estima el hijo de Prado: “Mi padre también tiene una discapacidad cardiaca. Cada cierto tiempo sus heridas se abren y entonces se suspende el juicio, pero incluso ha tenido que responder por videoconferencia, lo que es indignante”, acota su hijo, quién actúa como su abogado y que también se llama Gary Prado. “El Presidente ha dicho que la amnistía está en manos de la justicia, pero depende de él”, agregó.

¿Y qué dice el propio afectado? En un contacto telefónico con periodistas desde su hogar en Santa Cruz, donde guarda reposo en una camilla, Gary Prado afirmó que para él su caso no es una “venganza” de Evo Morales, “sino que se hace por el mero hecho de molestar y mostrar su desprecio a las personas que no piensan como ellos. No cumplen con la ley. Yo no tengo nada que ver con este proceso. Es simplemente un capricho”. Prado dice ser un ex general apegado a la democracia. De hecho, destaca que fue él quien lideró un golpe (fallido) contra el general Hugo Banzer el 5 de junio de 1974.

“Yo soy un general de la República. Indudablemente me están pasando la factura porque para Evo Morales el Che Guevara es un héroe. Yo sólo cumplí órdenes como capitán. Yo derroté militarmente al Che Guevara y lo entregué vivo y eso fue todo. Soy el único sobreviviente de aquella época y entonces la cargan conmigo. Para algunos todo esto aún sigue vivo”, plantea Gary Prado.

El ex militar boliviano, que hace años publicó el libro “Cómo capturé al Che” donde cuenta su rol como comandante de la Compañía “B Pumas” (una de las tres ramas del Regimiento Rangers), recuerda que mantuvo varias conversaciones con el ex guerrillero, “a quien siempre traté con respeto”.

“A usted lo ha capturado el pelotón de la Octava División, y la corte marcial están en su sede, en Santa Cruz. Va a ser juzgado”, fue lo último que Gary Prado le dijo al Che antes de entregarlo a sus superiores. Pero al día siguiente la historia dijo otra cosa.